ASOMBRO
Señor Jesús:
asombro.
Señor Jesús, nos
sigues llamando.
Asombro.
Señor Jesús, nos
sigues fascinando.
Asombro.
Somos capaces de
escuchar palabras que nos tocan el corazón y se quedan a habitar en él.
Asombro.
Podemos encontrar el
camino de plenitud que sacia nuestra sed y nuestros afanes.
Asombro.
Somos capaces de
intuir la verdad de las verdades de nuestra vida en medio de los ruidos y los
desconciertos.
Asombro.
Podemos ampliar
nuestros cegatos límites con la abundancia del amor sobre todo amor.
Asombro.
Somos capaces de
seguir tu rastro, tu rostro, tu presencia como el perro rastrea, anhelante, a
su amo, en cercano y tan distante.
Asombro.
Podemos percibir en
nuestra respiración, tu aliento que nos regenera, nos sanea, nos alimenta.
Asombro.
Somos capaces de
captar el flujo de la vida que nos mira con misericordia, nos genera confianza
y nos alegra radicalmente en medio de las rozaduras de la vida.
Asombro.
Podemos ser muy
conscientes de nuestro lugar en el mundo, de nuestros compañeros de viaje, de
nuestra tarea esencial como seres humanos.
Asombro.
Somos capaces de
presentir que tanto amor no puede terminar, que habrá un cielo nuevo, una
tierra nueva y unos seres humanos nuevos.
Asombro.
Podemos vislumbrar que
somos colaboradores en la transformación del mundo hacia la santidad y la
justicia que tanta, tanta falta hace.
Asombro.
Somos capaces de
descubrir que nuestras mejores energías están enrizadas en ese poder de vida
que nos ofreces y nos enseñas.
Asombro.
Asombro de sentirnos
plenamente amados en cada momento.
Asombro de sentirnos
plenamente vivos en cada momento.
Asombre de sentirnos
cuidados, sanados, auténticos en cada momento.
Asombro.
Aleluya.
Aleluya.
Aleluya.
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