¿POR QUÉ SURGEN DUDAS EN VUESTRO INTERIOR?
¿Dónde encontrar
caminos de sabiduría?
En ti, Señor Jesús, en
ti.
¿Cómo no tener miedo?
Contigo, Señor,
contigo.
¿Cómo vivir sin
ansiedades?
Junto a ti, Señor.
Junto a ti.
¿Cómo salir de
nuestras comodidades?
Enamorándonos de ti,
Señor.
Enamorándonos de ti.
¿Cómo sembrar
humanidad?
Estando en comunión
contigo, Señor,
Estando en comunión
contigo.
¿Cómo crecer
espiritualmente?
Aligerándonos de lo
que nos separa de ti, Señor,
aligerando nuestra
vida.
¿Cómo amar más como tú
amaste, Señor?
Mirándote para tener
tu mirada, Señor.
Para tener tu mirada.
¿Cómo crecer en la fe
en ti, Señor?
Vaciándonos de
nuestras paparruchas, Señor.
Vaciándonos de
nuestras insensateces.
¿Cómo ser seres de
esperanza entusiasmada, Señor?
Entregándonos a tu
amor, Señor.
Entregándonos a tu
amor.
¿Cómo rezar más,
Señor?
Silenciándonos en
quietud, Señor.
Aquietándonos más y
más.
¿Cómo perdonar entre
tanta y tanta ofuscación, Señor?
Mirando como tú
mirabas, Señor.
Mirando con
misericordia.
¿Cómo fomentar la
justicia, Señor?
Defendiendo a los más
vulnerables.
Como tú lo hiciste,
Señor,
como tú lo hiciste.
¿Cómo pacificar
nuestros corazones, Señor?
Buscando la santidad
momento a momento,
como tú lo hiciste,
Señor,
como tú nos enseñaste.
Señor Jesús, el
Resucitado:
infundes siglo tras
siglo
el Espíritu Santo
en nosotros,
en la Iglesia,
en el mundo,
en el cosmos…
Señor Jesús,
¡Libéranos,
apóyanos,
acreciéntanos
en lo mejor de nuestra
humanidad
para seguirte y
proseguir
tu obra de
humanización,
de liberación,
de santificación!
Aleluya.
Aleluya.
Aleluya.