sábado, 18 de enero de 2025

94.- 19.01. 2025.TIEMPO ORDINARIO 02.CICLO C


PARECEMOS PULPOS ESTRESADOS

 

Señor Jesús, estamos a muchas cosas:

parecemos pulpos estresados

en los que la religiosidad

es algo más dentro de sus atareadas vidas.

Vivimos no sólo fragmentados,

sino que muchas veces, despedazados:

cabeza, corazón y manos

tienden a ir a su aire…

sentimos que nos están robando la atención,

la sensibilidad,

lo esencial de seres humanos.

Pero parecería que nos hemos acostumbrado

a que nos pase lo que nos pasa…

Parecería que nos hemos acostumbrado a aceptar

que vivir es estar casi a la carrera todo el día…

pendientes de reclamos externos,

de los partes meteorológicos,

de las pantallas multitareas de nuestros artefactos tecnológicos…

Parecería que nos hemos acostumbrado a que vivir

sea ir tirando,

sea poner parches,

autojustificándonos,

sea aceptando que nuestros supuestos límites

nos definen y nos marcan límites inexpugnables.

 

Señor Jesús, parece que nos hemos acostumbrado

a que la Iglesia es una especie de refugio mágico,

fuera de los dinamismos de la humana humanidad,

donde por, mecanismos nada claros,

hemos tenido la suerte de cobijarnos,

recubiertos de ritos,

de doctrinas,

de lustrosas jerarquías

de lustrosas medallas,

en lustrosas fotos.

 

Señor Jesús, nos hemos acostumbrado a vivir

soportando la realidad,

soportando nuestra realidad

en una especie de zona de zona de inconfort soportable.

 

Señor Jesús: nos falta el vino,

nos falta el Espíritu,

nos faltas Tú,

tu vertebración,

tu cimentación,

tu tronco donde injertarnos…

la savia de tu audacia.

 

Señor Jesús,

a veces tenemos atisbos tuyos

en los destellos de verdad,

de bien,

de belleza,

de justicia que los mejores de la humanidad

siembran, palpitantes,

en su cuidar y fomentar

la humana humanidad sufriente que compartimos…

destellos en la vida de la Iglesia,

destellos en los sacramentos,

destellos en la lectura sosegada de la Palabra.

 

Señor Jesús,

estamos a muchas cosas…

y nos olvidamos de repartir vida,

de repartirnos para que todos tengan vida,

de alimentar y cooperar con todos los hombres y mujeres de buena voluntad

en que todos tengan vida y vida en abundancia.

Nos olvidamos que nuestro camino es un camino de pasión,

de olvido de sí,

de mirada constante de misericordia.

Tantas veces nos sentimos verdaderos maestros en esquivar compromisos…

pero sabemos muy bien

que la ley del amor implica

confiar sin reservas,

ir más allá de los criterios razonables de supervivencia,

confiar en que todo al final,

acabará bien, muy bien, inconmensurablemente bien.

 

Sabemos muy bien que sin riesgo no hay amor,

ni oración,

ni Reino de Dios.

Ni posible fiesta de la vida

sin la audacia

de afrontar nuestra necesaria purificación

de todo lo que no ayuda a centrarnos en lo que realmente importa,

tu presencia,

tu reino,

tu justicia,

tu santidad.

 

Señor Jesús,

estamos aún poco arraigados en ti.

Señor Jesús,

somos aún poco audaces

en ti,

por ti,

para ti.

 

Señor Jesús.

Reconstrúyenos.

Libéranos.

Impúlsanos.

Oriéntanos.

Aliméntanos.

Danos de tu vino.


carmeloampelio@gmail.com


miércoles, 8 de enero de 2025

93.- 12.01. 2025.BAUTISMO DE JESÚS. CICLO C

 INCANSABLEMENTE

(… El Espíritu de Dios bajaba…)

Te damos gracias,
Dios de la vida, del tiempo, de la materia y de la historia,
Dios de los hombres,
Dios de nuestras vidas.
Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu,
brota por doquier la vida.
Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu,
 los seres humanos vivimos
la riqueza de nuestra biografía,
a veces tan humana,
tan demasiado humana…
Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu, 
la humanidad avanza,
misteriosamente,
sin pausa… 
hacia la plenitud.


Te damos gracias, Padre, 
porque tu hijo,
el Amado,
el Predilecto,
el Hijo del Hombre,
se sumergió en aquellos tiempos
en el Jordán
y fue como uno de tantos
y así se solidarizó con toda la humanidad
necesitada de salvación
y compartió 
con aquellas gentes
la esperanza del Reino
y así inició la reconciliación definitiva 
de todos los seres humanos.


Te damos gracias, Padre,
porque en Jesucristo vive
todo deseo auténtico 
de amar y ser amado,
todo anhelo de compartir y repartir
los dones que tenemos
y producimos,
toda la esperanza
que hay en cualquier lucha por la libertad
y la dignidad del ser humano.


Dios Padre, 
sabemos que a lo largo 
de la historia de la humanidad
han aparecido personas
santas,
sabias,
justas
y admirables
que han defendido la justicia
y han mostrado la verdad.
¡Queremos ser
como ellas!


Haz de nosotros,
aún más,
con humildad y con sencillez, 
personas sinceras y entregadas,
personas valientes y humildes,
personas sensibles y santas,
como María.


Que el banquete de amor de tu hijo,
la Eucaristía,
nos fortalezca
en nuestra fe:
¡Sabemos que la muerte
no es soberana!
¡Sabemos que la autenticidad humana
no es una patraña!
¡Sabemos que la palabra justicia
está llena de contenido
y de tarea!


Que el aliento de tu Espíritu
nos enraíce aún más
en la vocación a la que hemos sido llamados,
en la vocación que nos encomiendas,
en la vocación donde desplegamos
nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad.


Despeja, Padre,
los miedos,
las rutinas,
las justificaciones
que nos impiden
ver con los ojos de la fe,
oír la voz de tu Hijo,
palpar las heridas de este mundo. 


Padre, envía tu Espíritu sobre nosotros
para que no se diluya
la roca donde se asienta
nuestra identidad
de hijos amados
y servidores tuyos…


Dios Padre,
manda tu luz desde el cielo
a lo cotidiano
de nuestras vidas,
en nuestros trabajos,
en nuestras calles,
en nuestras familias
para cumplir y hacer cumplir
tu voluntad 
de amor y vida 
para todos los seres humanos.


Amén


carmeloampelio@gmail.com


miércoles, 1 de enero de 2025

92.- 06.01. 2025.EPIFANÍA. CICLO C

ASOMBRO

Cristo Jesús, misterio encarnado,

asombro de santidad.
Cristo Jesús, presencia desbordantemente humana,
asombro de humanidad.
Cristo Jesús, a quien amamos,
asombro de comunión.
Cristo Jesús, con quien amamos,
asombro de fraternidad.
Cristo Jesús, en quien amamos,
asombro de nueva humanidad.
Cristo Jesús, sabiduría de Dios para todos los constructores de paz,
asombro de la verdad de Dios.
Cristo Jesús, palabra de Dios que entienden todos los hombres y mujeres de buena voluntad,
asombro de comunicación de Dios.
Cristo Jesús, globalización de Dios,
asombro de inclusión de la inmensa variedad de seres humanos.
Cristo Jesús, desenmascaramiento de ídolos,
asombro de profecía inigualable.
Cristo Jesús, esperanza de los que sufren dolores evitables, fruto de manos demasiado humanas,
asombro de sanación sobre toda sanación.
Cristo Jesús, mansedumbre y poder,
asombro del don de Dios.
Cristo Jesús, ternura y vigor,
asombro de amor de Dios.
Cristo Jesús, fascinación sobre toda fascinación,
asombro de todo asombro.
Cristo Jesús, gracia y verdad,
asombro del impulso de Dios.
Cristo Jesús, aliento y consuelo,
asombro de los modos de actuar de Dios.
Cristo Jesús, lo más humano de la humanidad,
asombro de la verdad del corazón humano.
Cristo Jesús, a quien esperamos y con quien esperamos,
asombro de la esperanza inacabable.
Cristo Jesús, misterio de sabiduría,
asombro de lucidez inigualable.
Cristo Jesús, justicia y paz en vivo y en directo,
asombro de loque de verdad importa.
Cristo Jesús, gloria del hombre por los siglos de los siglos,
asombro de un amor sobre todo amor.
Cristo Jesús, el mejor de los nuestros,
asombro de autenticidad en el corazón de cada ser humano.
Cristo Jesús, a quien rezamos y con quien rezamos,
asombro de santidad innombrable.
Cristo Jesús, descanso y tarea del creyente,
asombro de los dones que se convierten en tareas.
Cristo Jesús, raíces y alas de nuestra sed de vida,
asombro de las mejores posibilidades de la vida.
Cristo Jesús, mensajero y mensaje del amor sobre todo amor,
asombro de la utopía que habita en lo mejor del corazón humano.
Cristo Jesús, que eliges, capacitas, acompañas y plenificas,
asombro de la presencia de Dios
Cristo Jesús, santidad que habitas en nuestras casas,
asombro de paz y bien en la vida cotidiana
Cristo Jesús, a quien creemos,
asombro de certeza de todas las certezas.
Cristo Jesús, con quien creemos,
asombro ante la confianza de la bondad última de la realidad.
Cristo Jesús, mirada de Dios a toda la humanidad,
asombro ante la utopía de las utopías.
Cristo Jesús, eminente fuente de plenitud,
asombro ante lo que mejor nos puede pasar de verdad.
Cristo Jesús, sanación de sanaciones,
asombro ante la libertad de los hijos de Dios.
Cristo Jesús, roca de nuestras biografías,
asombro ante el poder paradójico de Dios.
Cristo Jesús, agua de nuestra sed,
asombro ante la certeza de paz definitiva.
 
Cristo Jesús, revelación de Dios.
Cristo Jesús, sabiduría de Dios.
Cristo Jesús, energía vital de Dios.
 
Cristo Jesús, camino.
Cristo Jesús, certeza.
Cristo Jesús, luz.
 
Cristo Jesús, abre los ojos de nuestro corazón
para que comprendamos la esperanza
a la que nos llamas.
 
Especialmente en este 2025.
En estos tiempos extraños
de desconcierto,
de miedo,
de escalofríos cercanos y lejanos.


jueves, 26 de diciembre de 2024

91.- 29.12.2024. DOMINGO SAGRADA FAMILIA. CICLO C

 

Señor Jesús,
bendice nuestros hogares: 
que sean casa de oración,
de comunión,
de santidad
en estos tiempos de miedos
que nos encogen el ánimo.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos luz y valentía.


Señor Jesús,
cuida nuestras casas:
que vivamos en paz,
en alegría
y en profunda unidad y reconciliación
en estos tiempos tensos
que nos fragmentan y nos separan.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos fuerza y valentía.


Señor Jesús,
hazte presente en cada uno de nosotros:
que seamos apoyo,
compañía,
estímulo
para irradiar la presencia del Reino
en estos tiempos extraños que nos tocan vivir.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos inteligencia y valentía.


Señor Jesús,
te pedimos por todos nuestros parientes:
que crezcamos juntos 
en la fe
la esperanza
y la caridad.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos paciencia y valentía.


Señor Jesús,
te pedimos por todos nuestros amigos:
que irradiemos
lo mejor de nuestros corazones
cada vez que nos encontremos.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos coraje y valentía.


Señor Jesús,
te pedimos por todas las personas
que sienten que la soledad
les abruma día a tras día. 
Haznos instrumentos de la fraternidad
allí donde más falta hace.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos libertad y valentía.


Señor Jesús,
bendice a todas las familias del mundo,
en todas sus variedades,
en todas sus circunstancias,
en todos sus procesos,
en todos sus anhelos,
en todas sus fragilidades.
Señor Jesús,
bendice a todas las familias del mundo
porque cuando dos seres humanos dicen que se aman,
reflejan el amor sin límites 
que tú, Señor, tienes por toda la humanidad.


Señor Jesús,
míranos,
mira a todos los seres humanos:
nos podemos llamar seres familiares.
Abre nuestras mentes y corazones
para cultivar,
ofrecer
y compartir lo mejor de nosotros,
lo mejor de Ti en nosotros,
lo mejor de la humanidad
gracias a Ti,
en Ti,
por Ti
amor sobre todo amor,
vínculo de los vínculos,
entrega de las entregas.

Amén. 

jueves, 19 de diciembre de 2024

90.- 22.12.2024. DOMINGO 4. ADVIENTO. CICLO C

Creadores de cultura nueva,
no os canséis: 
inventad,
alumbrad,
orientad.

Exploradores de los misterios humanos,
no os canséis: 
nombrad, 
intuid, 
asombraos aún más.

Artistas inspirados,
no os canséis: 
romped fronteras, 
construid constelaciones de símbolos,
deslumbradnos.

Peregrinos sedientos,
no os canséis:
seguid casi a ciegas,
seguid acaso sin fuerzas,
seguid hasta lo hondo intenso
del corazón humano. 

Navegantes camino de los tiempos nuevos,
no os canséis:
aunque lo pésimo nos arañe,
aunque lo abisal nos amenace,
aunque lo monstruoso casi nos paralice.

Místicos incandescentes,
no os canséis:
seguid callados,
seguid ardientes,
seguid irradiando
sentido, significado y sensibilidad. 

Poetas de la intensidad,
no os canséis:
labrad,
tejed,
musicad sílaba a sílaba
lo mejor del ser humano.

Monjes santos,
no os canséis:
perseverad,
cantad,
contemplad
la santidad silenciosa
en el tiempo,
el espacio,
la comunidad
y la conciencia.

Sembradores de justicia,
no os canséis:
gritadnos,
soliviantadnos,
exigidnos
a los que vivimos muy cómodos
compartir de verdad
lo que somos y tenemos.

Aprendices de humanidad,
no os canséis:
estudiad las sabidurías milenarias,
ansiad autenticidad humana,
buscad maestros de calidad.

Sedientos de paz,
no os canséis:
irradiad paz,
inventad concordia,
asumid el riesgo de la incomprensión.

Humildes de corazón,
no os canséis:
sonreíd,
abrazad,
reclamad lo mejor de los corazones.

Cuidadores de fraternidad,
nos canséis:
proponed diálogo,
impulsad los encuentros,
mostrad los puentes.

Fascinados por la belleza,
no os canséis:
pintad las intuiciones,
componed las armonías eternas,
arriesgaos a mostrar lo inefable

Artesanos del bien,
nos canséis:
limad asperezas,
restañad las grietas,
extraed las astillas.

Amantes sin condiciones,
no os canséis:
gozad de los cuerpos,
conspirad desmesuradamente,
descasad uno sobre otro.

Músicos sublimes,
nos canséis:
exprimir los límites de las armonías,
desbordad con ritmos inesperados
sorprendednos con tonalidades embriagadoras.

Sacerdotes de la humanidad,
no os canséis:
vivid auténticamente los rituales,
creeros las palabras santas,
silenciad vuestros egos antes, durante y después
de las acciones sagradas.

Hombres y mujeres de fe balbuciente,
no os canséis:
nombrad valientemente las sombras,
deletread los miedos de vuestro corazón,
sostened la mirada ante el muro,
con fe en atravesar su oscuridad,
su dura oscuridad,
su, acaso, penúltima viscosidad.  

Heridos por la puñetera vida:
no os canséis:
la mala suerte es penúltima palabra,
las traiciones son penúltima palabra,
las mentiras son penúltima palabra.

Pacíficos habitantes de estos extraños tiempos,
no os canséis:
permaneced en serenidad incluso atascados en el caótico tráfico,
permaneced bendiciendo incluso en las cloacas de las mentiras,
permaneced compasivos incluso ante las trampas de los cínicos.

Justos entre las naciones,
no os canséis:
luchad por la vida humana,
arriesgad vuestra reputación por la dignidad humana,
testimoniad con vuestra presencia que otro mundo es posible.

Misericordiosos en las grandes ciudades,
no os canséis:
decid bondades frente a las palabras que odian,
hablad de la comunión las actitudes de desprecian,
preguntad en voz alta cómo vivir a la mejor altura de nuestras posibilidades reales.

Sabios luminosos,
no os canséis:
seguir escribiendo libros que nos alimentan,
seguid enseñando senderos de crecimiento espiritual,
seguid mostrando que lo mejor está por llegar.

Maestros de silencio,
no os canséis:
entre tanto ruido, sonreíd en público,
entre tanta cacofonía, sonreíd con autenticidad,
entre tanta mentira, sonreíd desde el corazón.

Contemplativos,
no os canséis:
enraizaos aún más,
silenciaos aún más,
vivid aún más simplemente.

Los mejores de la humanidad
con lo mejor de la humanidad,
no os canséis:
el Espíritu de Dios
os fundamenta,
os impele…
y nos plenificará a todos…
a todos los que tenemos
el corazón herido,
abierto
pero palpitante,
aún palpitante.


… Es Adviento.
Asombrosamente,
inauditamente,
santamente
se inicia el Reino,
se incoan entusiasmos,
nace Dios.



miércoles, 11 de diciembre de 2024

89.- 15.12.2024. DOMINGO 3. ADVIENTO. CICLO C

Señor, nos aturden tantos ruidos.
Señor, nos asusta tanto desconcierto.
Señor, nos enroscamos en nuestros propios miedos.


Señor, nos faltan palabras que nos alegren la vida de verdad.
Casi no sabemos encontrarlas.
Y nos emborrachamos de paparruchas.
Señor, nos faltan profecías que nos sostengan de verdad.
Casi no sabemos oírlas.
Y nos dejamos seducir por falsos profetas con sus falsas rebajas de la verdad.
Señor, nos faltan santos que nos alumbren de verdad.
Casi no sabemos contemplarlos. 
Y miramos a los papanatas de turnos televisados. 


Señor, no sabemos si caminamos en caminos de santidad.
Llámanos claramente.
Llámanos para crecer en lo mejor de nuestro corazón
Señor, no encontramos el ritmo de nuestro caminar.
Di nuestro nombre claramente.
Di nuestro nombre como solo tú sabes decirlo.
Señor, no sabemos si rezamos de verdad. 
Escúchanos.
Clarifícanos.
Ilumínanos.


Señor, vivimos sedientos, sólo la fe nos alumbra.
La fe en ti, luz de luz.
Señor, vivimos hambrientos, sólo la esperanza nos alumbra.
La esperanza en ti, vida de la vida.
Señor, vivimos cansados, sólo el amor nos alumbra. 
El amor a ti, amor sobre todo amor. 


Señor, tú, fuente de sentido.
Señor, tú, fuente de significado.
Señor, tú, fuente de sensibilidad.


Señor, tú, fuente de santidad.
Señor, tú, fuente de humanidad.
Señor, tú, fuente de paz. 


Señor, tú, evangelio del evangelio
por los siglos de los siglos.


domingo, 8 de diciembre de 2024

88.- 08.12.2024. DOMINGO 2. INMACULADA. CICLO C

 INMACULADA.

 María.
Señora Inmaculada,
Madre Inmaculada.
Señora sin pecado,
Madre sin pecado.
Señora sencilla.
Madre sencilla.
Señora hermosa.
Madre hermosa.
Señora disponible.
Madre disponible.
Señora obediente.
Madre obediente. 

María.
Dios te eligió
y te llenó de gracia
para acercarte a todos
los seres humanos
de todos los tiempos,
de todas las lenguas,
de todas las culturas.

María.
Señora del amor,
señora de la esperanza,
señora de la fe.

María.
Fuente de nuestra fuente de alegría.
Fuente de nuestra fuente sentido.
Fuente de nuestra fuente de paz. 

María.
Fuente de nuestra fuente de dones.
Fuente de nuestra fuente de tareas.
Fuente de nuestra fuente de comunión.

María,
Peregrina como nosotros,
amiga de todos,
modelo de humanidad.

María, imagen de la Iglesia,
que recibes los mejor de ti
de Dios…
por amor,
por amar…
y vives cantado
que el Señor hace maravillas
de maravillas
enraizadas
en su amor sobre todo amor. 

Gracias, Inmaculada,
por ese sí
tan humano
y tan universal.
Gracias por ser reflejo del amor de Dios.
Gracias por ser reflejo del amor de los hombres.

Gracias
desde lo mejor de nuestro corazón.



88.- 08.12.2024. DOMINGO 2. ADVIENTO. CICLO C

 NUNCA ES TARDE

Señor Jesús,
es posible
anunciar con obras y con palabras
que es posible una vida mejor.
Nunca es tarde.

Señor Jesús,
es posible
iniciar el camino de conversión
hacia tu reino de vida.
Nunca es tarde.

Señor Jesús,
es posible
sembrar el desierto
que llevamos dentro
de tus semillas de vida.
Nunca es tarde.

Señor Jesús,
es posible
empezar a olvidarnos de nosotros,
empezar a olvidarnos de nuestras corazas,
empezar a olvidarnos de nuestros pequeños egos
miedosos,
canijos,
tristes.

Señor Jesús,
más allá de cualquier seguridad material, Tú.
Señor Jesús,
más allá de cualquier seguridad afectiva, Tú.
Señor Jesús, más allá de cualquier seguridad
doctrinal,
moral.
litúrgica,
canónica…
Tú.
Tú, el centro.
Tú, la esencia.
Tú, el fundamento.
Tú, tu comunión.
Tú, el amado.

Tú, el amado
más allá y más acá de las dudas.
Tú, el amado
más allá y más acá
de lo que pudiéramos comprender.
Tú, el amado
más allá y más acá de nuestra sed.
Tú,
el hombre 
que es el mensaje 
de los mensajes de salvación.

Tú, el hombre
que es la santidad
de cualquier indicio de santidad.

Tú,
el hombre
que es la vida
del misterio de la vida.

Señor, que nuestra voz
más auténtica
sea la tuya.

Señor, que nuestros deseos
más profundos
sean los tuyos.

Señor, que nuestra identidad
más profunda
sea la tuya.

Tú,
el maestro
que nos enseña
las verdaderas dimensiones
de la realidad.

Tú, el maestro
que es nuestro camino,
nuestra verdad
y nuestra vida.

Tú, el maestro
de las palabras de vida eterna. 

Señor, nunca es tarde
para acercarnos
para unirnos,
para aunarnos
a ti.


domingo, 1 de diciembre de 2024

87.- 01.12.2024. DOMINGO 1. ADVIENTO. CICLO C

MANTENERSE DESPIERTO.
 
Ante Ti, Señor, 
mantenerme despierto.
Ante los demás, 
mantenerme despierto. 

Despierto, ante ti, Señor… 
porque nos rodean nieblas, ruinas, miedos…
como arañas negras en medio de una pesadilla.

Despierto, ante ti, Señor…
porque hay captar muchos destellos de verdad, de bien, de belleza…
como la brisa fresca del amanecer. 

Despierto, ante ti, Señor…
porque nos acucian las mentiras, las soledades, los límites muy humanos de lo humano…
como una granizada de piedras hirvientes.

Despierto, ante ti, Señor…
porque toca cultivar lo mejor de uno en estos tiempos de síntesis, de valentía, de profecía…
como el aire sano de la fuerza del Espíritu. 

Despierto, ante ti, Señor…
porque nos agotan los tramposos, los soberbios, los cegados por las poses 
de maniquíes falsos con ropajes falsos.

Despierto, ante ti, Señor…
porque se intuyen muchos síntomas de esperanza, de misericordia, de cuidado…
indicios como el viento santo cargado de futuro insondable.

Despierto, Señor,
junto a mis estupideces,
junto a mis sombras,
junto a mis límites… 
que tan bien conoces.

Despierto, Señor,
ante ti,
tembloroso, 
minusválido, 
dolorido.
Pero cimentado en ti, alimentado de ti, habitado por ti.

Despierto ante Ti, Señor.
Resistente.
Esperanzado.
En camino con tantos y tantos.

Despierto ante Ti, Señor.
Porque creo saber 
en lo más hondo de mi corazón
que realmente eres
lo que más merece la pena
de todo lo que pudiera merecer la pena.

Despierto, ante ti, Señor,
intentando crear 
momentos, situaciones y espacios 
de santidad,
de nueva cultura,
de bienaventuranza
junto a todos los que te buscan
sea cual sea 
su lengua,
su cultura,
su situación
su camino espiritual.

Despierto, Señor. 

sábado, 23 de noviembre de 2024

86.- CICLO B. CRISTO REY. 24.11.2024

 EN LA FE. POR LA FE. PARA LA FE.

Señor Jesús, el que perdona lleno de paciencia nuestros extravíos.
Señor Jesús, el compasivo frente a tanta y tantas tonterías en que nos enredamos los creyentes.
Señor Jesús, el que mira hacia el futuro superando los miedos y las prevenciones de nuestros autoengaños.

Señor Jesús, el que inspira la creatividad permanente de los hombres y mujeres de Dios.
Señor Jesús, el que libera de los círculos viciosos en los que nos enredamos con nuestras estupideces.
Señor Jesús, el que nos infunde esperanza a pesar de nuestras caídas en pecado.
Señor Jesús, el que fundamenta la fraternidad al hablarnos de Dios Padre de todos.
Señor Jesús, el que impulsa el compromiso para que todos tengamos vida y la pongamos al servicio de la
vida.
Señor Jesús, el manso lleno de la energía de la no violencia en este mundo de resentidos.
Señor Jesús, el que consuela definitivamente en los momentos de la muerte de seres queridos.
Señor Jesús, el que sacia de justicia los corazones cansados de tanta y tanta inhumanidad.
Señor Jesús, el que nos enseña la limpieza de corazón ante tanto y tanto interés mezquino.
Señor Jesús, el que mira como sólo lo puede hacer Dios.
Señor Jesús, el que nos hace capaces de creer en Dios de la Vida.

Señor Jesús, el que se abre de corazón al que tiene delante.
Señor Jesús, el que inspira confianza a pesar de nuestros pesares.
Señor Jesús, el que atraviesa las sombras.


Señor Jesús, tu cruz es nuestra luz.
Misteriosamente.
Santamente.


En la fe.
Por la fe.
Para la fe.


sábado, 16 de noviembre de 2024

85.- CICLO B. DOMINGO 33 DEL TIEMPO ORDINARIO. 17.11.2024

 SEÑOR JESÚS, TUS PALABRAS NO PASARÁN.

Tus palabras, presentes en mis silencios de cansancio.

Tus palabras, presentes en mis tristezas.

Tus palabras, presentes cuando parece que se apaga mi esperanza.

Tus palabras, presentes cuando miro la vida con ojos escépticos.

Tus palabras, presentes cuando no me siento ubicado en lo que me rodea.

Tus palabras, presentes en la entraña de mis aislamientos.

Tus palabras, presentes cuando me olvido de que el silencio es revelación.

Tus palabras, presentes en el corazón de mis sueños muertos.

Tus palabras, presentes en el miedo ansioso hacia el futuro.

Tus palabras, presentes en lo más recóndito de mi soledad.

Tus palabras, presentes cuando creo que camino por una tierra baldía.

Tus palabras, presentes en los absurdos cotidianos.

Tus palabras, presentes en el hastío de tanta y tanta estupidez.

Tus palabras, presentes en los ruidos de mi mente en el silencio de la oración.

Tus palabras, presentes en mis huidas que galopan en el activismo.

Tus palabras, presentes en los océanos de la disolución de la autenticidad.

Tus palabras, presentes en las pesadillas diarias de la gran ciudad.

Tus palabras, presentes en el paso de los años como si fuera un mercancías.

Tus palabras, presentes a pesar de tanta y tanta pomposidad ritual.

Tus palabras, presentes cuando las doctrinas ya no valen para asirse al sentido real de la vida.

Tus palabras, presentes en tantas lágrimas inocentes fruto de la maldad humana.

Tus palabras, presentes en las entrañas conmovidas de los tirados en los márgenes de la historia.

Tus palabras, presentes en las manos de los que cargan compasivamente con la realidad que vivimos.

Tus palabras, presentes en los pacíficos, en los mansos, en los de corazón puro.

Tus palabras, presentes todo los santos de todas las épocas,

de todas las culturas,

de todas las espiritualidades,

de todas las religiones.

Señor Jesús, Tus palabras no pasarán.

¿Cómo agradecerte intentar ser discípulo tuyo?


carmeloampelio@gmail.com

jueves, 7 de noviembre de 2024

84.- CICLO B. DOMINGO 32 DEL TIEMPO ORDINARIO. 10.11.2024

 NO QUIERO ESTAR LEJOS DEL REINO.

Señor Jesús, no quiero estar lejos del Reino.
¿Qué sería de mí?

Señor Jesús, 
ante ti, el que se entregó totalmente,
ante ti, el que confió completamente,
ante ti, el de la total libertad para amar…
Señor Jesús, ante ti, hoy me pregunto:

¿Cómo gestiono lo que tengo,
qué hago con mis dones,
dónde deposito mi corazón?
¿Dónde voy con mi vida?

Señor Jesús, ¿qué hago con mi humildad?
Afiánzame.
Sanea mi soberbia.
Bájame de mis delirios de virtud.
Sitúame en mi verdad.
Sitúame en el mundo como tú estuviste:
abierto totalmente a Dios
y abierto totalmente a los hombres.

Señor Jesús, ¿cómo realizo mi prudencia?
Acógeme.
Cura mis juicios temerarios.
Impúlsame hacia la misericordia.
Ánclame en lo mejor de mi corazón,
ahí donde tu habitas misteriosamente. 
Que mire la realidad como tú la miraste. 

Señor Jesús, ¿cómo genero confianza?
Purifícame.
Limpia mi ansia de poder y de influencia.
Sitúame en la fraternidad.
Que sea como tú, sembrador
de semillas de comunión. 

Señor Jesús, ¿cómo custodio mi fidelidad?
Autentifícame.
Refuerza mis vínculos.
Enraízame en la comunión.
Amorízame.
Santifícame.
Abre aún más mi corazón.
Sé tú mi alimento.

Amén. Aleluya. 



jueves, 31 de octubre de 2024

83.- CICLO B. DOMINGO 31 DEL TIEMPO ORDINARIO. 03.11.2024

 Quisiera estar cerca del Reino

A pesar del cansancio,
respirar lentamente
cuando nos abruman
los escombros de la negatividad.
¡Danos tu paz, Señor!

A pesar de la desesperanza.
de nuestro corazón:
la valentía, la fraternidad, la misericordia.
¡Danos tu reino, Señor!
alimentar lo mejor

A pesar de los golpes de pesimismo,
mirar los destellos
de verdad, de bien, de belleza
que resisten entre las ruinas grises.
¡Danos tu mirada, Señor!


A pesar de tanto ruido,
a pesar de tanta paparrucha,
a pesar de tanta mentira,
silenciarse humildemente
ante la intensidad del misterio
del corazón humano.
¡Danos tu corazón, Señor!


A pesar de tanta superficialidad.
sentir lo hondo de tu presencia
en los momentos de santidad,
en los momentos de justicia,
en los momentos de fraternidad.
¡Ábrenos a tu presencia, Señor!


A pesar de tanta ceguera.
no cejar en abrir los ojos
ante la realidad
porque siempre,
siempre,
siempre
lo mejor está por venir.
¡Danos tu espíritu, Señor!


A pesar de todas las crispaciones,
serenar todo lo posible las palabras,
serenar todo lo posible los gestos,
serenar todo lo posible las miradas.
¡Danos tu fuerza interior , Señor!


A pesar de tanta mala práctica.
cuidar los detalles de humanidad,
cuidar los detalles de empatía,
cuidar los detalles de comunión.
¡Danos tu comunión, Señor!


A pesar de tanta desigualdad,
alimentar la fraternidad,
alimentar la justicia social,
alimentar el respeto a los derechos humanos.
¡Danos tu valentía, Señor!


A pesar la crisis ambiental global,
cuidar la vida,
cuidar toda vida,
cuidar toda vida en todo momento.
¡Danos tu amor a la vida, Señor!


A pesar del consumismo compulsivo,
optar por la sobriedad diaria,
optar por el compartir,
optar por la sencillez y la humildad.
¡Danos tu mansedumbre, Señor!


A pesar de tanto individualismo rampante,
cuidar el bien común,
cuidar toda clase de colaboraciones para el bien,
cuidar la cercanía sincera con los que nos rodean.
¡Danos tu comunión, Señor!


A pesar de la avidez de riqueza,
optar por la sobriedad,
optar por la moderación,
optar por la autenticidad.
¡Danos tu pobreza, Señor!


A pesar de tanto sentimiento confuso,
buscar la lucidez de tu palabra,
buscar las certezas de los impulsos del espíritu,
buscar las verdades más humanas
siendo para los demás,
cuidando a los demás,
amando a los demás.
¡Danos tu reino, Señor!


Amorízanos, Señor.
Amorízanos día a día.
Amorízanos respiración a respiración.
Amorízanos como sólo tú sabes hacerlo.


miércoles, 23 de octubre de 2024

82.- CICLO B. DOMINGO 30 DEL TIEMPO ORDINARIO. 27.10.2024

 ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI?


Señor, líbrame de mis miedos 
acerca del dinero,
acerca de mi carrera profesional,
acerca de la seguridad…
Sé que todo lo que me pase será 
para acercarme más a la plenitud que nos regalas
momento a momento,
respiración a respiración,
latido a latido. 


Señor, libérame de todos mis pensamientos negativos,
de todos mis resentimientos,
de todos mis malos deseos de mal a los demás… 
Líbrame de esas malditas pulsiones que me impiden irradiar paz,
pulsiones que me alejan de vivir en armonía,
pulsiones que me mutilan y deforman 
de tal modo que no siembro ni la vida y ni la alegría que nos regalas. 


Señor, líbrame de todos mis deseos de poder y de control.
Sé que todas mis energías, mis dones, mi vitalidad
están al servicio de toda la vida,
están para cuidar el misterio fascinante de la vida,
están para facilitar que la vida siga su curso 
hacia la definitiva consagración en tu comunión.


Señor, líbrame de todas mis preocupaciones de dar y recibir amor.
Que mi corazón esté abierto
y sea cauce de tu amor…
… que lo mejor de mí sea un cauce
del amor que fluye y fecunda toda la realidad.


Señor, líbrame de toda la negatividad que me encierra en mí mismo.
Que mis palabras aumenten la belleza del mundo.
Que mis sentimientos aumenten la paz del mundo.
Que mis acciones aumenten la armonía del mundo. 
Paz, belleza, armonía que son tu reino, Señor. 


Señor, líbrame de todos los miedos que acumulo 
al mirar al pasado, al presente o al futuro. 
Líbrame de distorsionar la verdad amorosa 
que atraviesa toda la historia y toda biografía. 
La verdad de tu presencia amorosa y cuidadosa. 


Señor, líbrame de mis cegueras 
que me impiden recibir tu sabiduría,
que me impiden crecer en santidad y humanidad,
que me hunden en mi triste pobreza y en mis malignos agujeros vitales. 

Amén. Aleluya.


carmeloampelio@gmail.com  


81.- CICLO B. DOMINGO 29 DEL TIEMPO ORDINARIO. 20.10.2024

VEN Y SÍGUEME

Señor Jesús: seguirte.
Seguirte.
Porque eres el centro de nuestra vida.
Seguirte.
Porque llenas nuestros corazones.
Seguirte.
Porque tienes palabras de vida eterna.

Señor, a esto nos llamas:
a salir de la propia comodidad.
Señor, ser discípulos misioneros
del servicio,
de la misericordia,
de la fraternidad.

Señor, a esto nos llamas:
a compartir una misericordia profunda con los demás.
Señor, ser discípulos misioneros
de la ternura, 
de la cercanía,
de la compasión.

Señor, a esto nos llamas:
a irradiar la alegría profunda que nace del evangelio.
Señor, ser discípulos misioneros
de la esperanza,
de la fraternidad,
de la vida cuidada y respetada.

Señor, a esto nos llamas:
a ser personas cercanas y conectadas
con las personas más pobres.
Señor, ser discípulos misioneros
entre los caídos en las cunetas,
entre los que andan muy perdidos en las ciudades,
entre los que ven vulnerados sus derechos humanos. 

Señor, a esto nos llamas:
a la humildad y a la sencillez.
Señor, ser discípulos misioneros
humildes en lo más auténtico de nuestras vidas,
en lo cotidiano de nuestras palabras y acciones,
en lo que de verdad nos importa en la vida:
la santidad y la justicia del reino. 

Señor, esto nos llamas: 
a ser personas que saben escuchar.
Señor, ser discípulos misioneros
que ponen su atención en las personas,
que se centran en las necesidades del prójimo,
que saben tener paciencia y respeto ante la vida del prójimo. 

Señor, a esto nos llamas:
a la conversión permanente.
Señor, ser discípulos misioneros
que crecen día a día en sobriedad,
en desprendimiento,
en ligereza de equipaje. 

Señor, a esto nos llamas:
al cuidado de la casa común.
Señor, ser discípulos misioneros
custodios de la creación,
cuidadores de la vida,
sembradores de sensibilidad
ante el valor de la vida,
de toda vida.

Señor, a esto nos llamas:
a ser orantes constantemente.
Señor, ser discípulos misioneros
de oración sencilla,
confiada,
perseverante,
contemplativa. 

Señor, a esto nos llamas:
a ser agentes de perdón y de reconciliación.
Señor, ser discípulos misioneros
que sirven con corazón generoso y desinteresado
en este extraño mundo 
que nos toca vivir
marcado por rupturas,
conflictos
y muros 
en las mentes 
y en los corazones.

Señor, a esto nos llamas:
a tener una vida de servicio,
una vida de misericordia,
a tener una vida de humildad,
a tener una vida alegre,
a tener una vida comprometida
ligeros de equipaje,
ligeros de deseos de tener,
ligeros de deseos de mandar,
ligeros de deseos de aparentar.
Amén. Aleluya.
Amén. Aleluya. 


carmeloampelio@gmail.com  


jueves, 10 de octubre de 2024

80.- CICLO B. DOMINGO 28 DEL TIEMPO ORDINARIO. 13.10.2024

 VEN Y SÍGUEME

 

Señor Jesús: seguirte.

Seguirte.

Porque eres el centro de nuestra vida.

Seguirte.

Porque llenas nuestros corazones.

Seguirte.

Porque tienes palabras de vida eterna.

 

Señor, a esto nos llamas:

a salir de la propia comodidad.

Señor, ser discípulos misioneros

del servicio,

de la misericordia,

de la fraternidad.

 

Señor, a esto nos llamas:

a compartir una misericordia profunda con los demás.

Señor, ser discípulos misioneros

de la ternura,

de la cercanía,

de la compasión.

 

Señor, a esto nos llamas:

a irradiar la alegría profunda que nace del evangelio.

Señor, ser discípulos misioneros

de la esperanza,

de la fraternidad,

de la vida cuidada y respetada.

 

Señor, a esto nos llamas:

a ser personas cercanas y conectadas

con las personas más pobres.

Señor, ser discípulos misioneros

entre los caídos en las cunetas,

entre los que andan muy perdidos en las ciudades,

entre los que ven vulnerados sus derechos humanos.

 

Señor, a esto nos llamas:

a la humildad y a la sencillez.

Señor, ser discípulos misioneros

humildes en lo más auténtico de nuestras vidas,

en lo cotidiano de nuestras palabras y acciones,

en lo que de verdad nos importa en la vida:

la santidad y la justicia del reino.

 

Señor, esto nos llamas:

a ser personas que saben escuchar.

Señor, ser discípulos misioneros

que ponen su atención en las personas,

que se centran en las necesidades del prójimo,

que saben tener paciencia y respeto ante la vida del prójimo.

 

Señor, a esto nos llamas:

a la conversión permanente.

Señor, ser discípulos misioneros

que crecen día a día en sobriedad,

en desprendimiento,

en ligereza de equipaje.

 

Señor, a esto nos llamas:

al cuidado de la casa común.

Señor, ser discípulos misioneros

custodios de la creación,

cuidadores de la vida,

sembradores de sensibilidad

ante el valor de la vida,

de toda vida.

 

Señor, a esto nos llamas:

a ser orantes constantemente.

Señor, ser discípulos misioneros

de oración sencilla,

confiada,

perseverante,

contemplativa.

 

Señor, a esto nos llamas:

a ser agentes de perdón y de reconciliación.

Señor, ser discípulos misioneros

que sirven con corazón generoso y desinteresado

en este extraño mundo

que nos toca vivir

marcado por rupturas,

conflictos

y muros

en las mentes

y en los corazones.

 

 

Señor, a esto nos llamas:

a tener una vida de servicio,

una vida de misericordia,

a tener una vida de humildad,

a tener una vida alegre,

a tener una vida comprometida

ligeros de equipaje,

ligeros de deseos de tener,

ligeros de deseos de mandar,

ligeros de deseos de aparentar.

 

Amén. Aleluya.


carmeloampelio@gmail.com


jueves, 3 de octubre de 2024

79.- CICLO B. DOMINGO 27 DEL TIEMPO ORDINARIO. 06.10.2024

COMO NIÑOS

Haznos como niños, Señor
Haznos sinceros, 
que este mundo lleno de artificios
mundo necesita autenticidad.
Haznos vivir sin dobleces,
sin engaños,
sin mentiras intencionadas
por ser más que los demás. 

Haznos como niños, Señor.
Haznos orientados hacia el bien,
que este mundo lleno de trampas
mundo necesita bondad.
Haznos vivir sin mundanidades,
sin vanaglorias
sin fabulaciones egocentradas. 

Haznos como niños, Señor.
Haznos más libres,
más alegres,
más capaces de disfrutar de la vida con poco.
Haznos más sencillos,
que este mundo lleno de brutales mentiras
necesita transparencia
en las relaciones,
en las presencias,
en las intenciones. 

Haznos como niños, Señor.
Haznos confiados en ti,
confiados en tu amor,
confiados en tu poder,
confiados en tu vida. 
Auméntanos la fe,
que el mundo necesita
más confianza en la realidad,
en la bondad de la realidad,
en la bondad de que lo mejor
siempre está por llegar.

Haznos limpios de corazón, Señor.
Haznos capaces de vivir tu presencia fascinante y amorosa.
Haznos mejores seres humanos,
más íntegros,
más unificados,
más obedientes
a tu bondadosa voluntad. 

Haznos puros de intención,
Haznos generosos y desprendidos.
Haznos humildes y transparentes. 
Haznos vivir en la inocencia,
en esa nueva inocencia
de los que caminan en santidad y justicia.
Haz que nos entreguemos sin reservas
a las necesidades reales
de los hombres y mujeres que nos rodean.

Haznos sencillos de corazón
para ser testigos de la alegría de tu presencia,
testigos de la posibilidad real de crecimiento interior,
testigos de que es posible vivir
como hijos e hijas de Dios
y humildes hermanos de todos los seres humanos. 


Amén. Aleluya. 


carmeloampelio@gmail.com


miércoles, 25 de septiembre de 2024

78.- CICLO B. DOMINGO 26 DEL TIEMPO ORDINARIO. 29.09.2024

QUIEN HACE UN MILAGRO EN MI NOMBRE

Señor, tu reino es un reino de vida,
un reino de vida en abundancia.

Hoy te pedimos por todos los que cuidan la vida,
por todos los seres humanos de buena voluntad,
por todos aquellos que son un reflejo de lo mejor de la humanidad,
humanidad que tú, Señor,
alientas,
impulsas
y esperas al final de los tiempos. 

Te pedimos por todos los que hacen milagros cotidianos
en el cuidado de la vida…
en las entrañas de estas ciudades extrañas que padecemos,
en el corazón de las relaciones humanas que, tantas veces, nos cansan,
en las redes de relaciones donde transcurren nuestras vidas humanas. 

Señor, hoy te pedimos que cuides a los que cuidan la vida. 

Señor, te pedimos por todos aquellos 
que son muy conscientes de su responsabilidad ética, 
muy conscientes de las repercusiones de sus acciones en la vida de los que les rodean, 
muy conscientes del valor de la vida en todas sus variadas manifestaciones. 

Señor, hoy te pedimos por los que se asocian para hacer el bien en su vivir cotidiano. 

Señor, te pedimos por todas las personas que viven una empatía profunda con los que les rodean,
por los que viven sembrando paz y concordia en su día a día,
por los que son muy conscientes de que la calidad humana 
empieza por el respeto de las personas que tenemos cerca.

Señor, hoy te pedimos por los que crean redes de confianza y de paz en su diario proceder. 

Señor, te pedimos por todos los que están comprometidos 
con la justicia, 
con la igualdad, 
con la equidad.
Te pedimos por los que forman parte 
de toda clase de asociaciones 
que se implican en la construcción 
de mejores barrios, 
de mejores ciudades, 
de mejores centros de trabajo, 
de mejores hábitats.
Te pedimos por los militantes 
que se entregan a las causas justas 
a favor de los más necesitados de la sociedad, 
a favor de los marginados, 
a favor de los que no cuentan…

Señor, hoy te pedimos por los que se comprometen día a día en la construcción de un mundo más justo.
 
Señor, te pedimos por las personas 
que se reconocen humildes ante el misterio de la vida.
Te pedimos por los que se saben dentro 
de los dinamismos de la vida,
de la comunión, 
de la belleza.
Te pedimos por los sencillos de corazón,
por los bondadosos por naturaleza,
por los mansos en medio de las complicaciones 
de la extrañas ciudades donde nos toca vivir.

Te pedimos, Señor, por todos aquellos seres humanos que tienen entrañas de misericordia
para todos los seres humanos que se cruzan en sus vidas. 
Te pedimos, Señor, por todas las personas serviciales,
por todas las personas generosas,
por todos aquellos que apoyan cuando realmente se necesita. 
Te pedimos por los que cuidan el bien común,
por los que favorecen la seguridad física y emocional de las personas,
por los que se preocupan de que las cosas cotidianas funcionen, mejoren, faciliten la vida. 

Te pedimos, Señor, por tantos y tantos anónimos, 
que hacen de este mundo un lugar mejor,
presencia a presencia,
palabra a palabra,
gesto a gesto. 

Te pedimos, Señor, por los que practican la gratitud ante los demás,
la gratitud ante el misterio de la vida,
ante el fascinante poder de lo real 
que nos impulsa a vivir lo mejor de nuestra humanidad. 
Te pedimos, Señor, por esos seres que saben vivir 
el misterio reverente de la profundidad de la realidad,
que saben captar las dimensiones más bellas de lo que existe,
que saben disfrutar intensamente de los mejor de la intensidad de la vida.

Te pedimos, Señor, por todas las personas íntegras,
por todos los que viven conscientemente los grandes valores universales,
por todos los que nos dan sencilla y humildemente 
razones para vivir,
razones para amar,
razones para confiar en el ser humano,
a pesar de los pesares… 
a pesar de lo demasiado humano de algunos humanos. 

Amen. Aleluya.