miércoles, 30 de agosto de 2023

22.- 03.09.2023. TIEMPO ORDINARIO 22. Ciclo A

¡Tú piensas como los hombres!


¿Cómo no apegarme a la lógica del mundo?

¿Cómo dejar de negar la realidad cuando no nos gusta?

¿Cómo superar mi ego y sus exigencias de tener, mandar, aparentar?


¿Cómo dejar de rebajar el evangelio?

¿Cómo dejar de creernos más sagaces que Cristo?

¿Cómo dejar de reparchear la voluntad de Dios?


¿Cómo mantenernos en el seguimiento?

¿Cómo dejarnos guiar por la verdadera luz?

¿Cómo no dejarnos descolocar por el sufrimiento, el dolor, el fracaso?


¿Cómo dejarnos alumbrar en nuestras sombras?

¿Cómo subirnos de verdad a la caravana que sube a Jerusalén?

¿Cómo no escandalizarnos de la Pasión?


¿Cómo no huir de las sombras y de su inevitable realismo?

¿Cómo dejar de vivir a la defensiva de las exigencias del Reino?

¿Cómo superar la tentación de la negociación con lo de Dios?


¿Cómo mantenernos en la vocación de testigos del Reino?

¿Cómo estar conectados con la valentía del Espíritu?

¿Cómo crecer en la autenticidad de nuestra fe?


¿Cómo afrontar nuestros miedos e inseguridades?

¿Cómo superar los patrones de interpretación de la realidad tan mundanos?

¿Cómo mirar cara a cara nuestra vulnerabilidad?


¿Cómo ir más allá de los momentos donde lo imprevisible nos asusta?

¿Cómo abrazar las etapas del viaje hacia la plenitud?

¿Cómo fluir con paz cuando el fracaso amenaza inminentemente?


¿Cómo superar la tentación de querer controlar todo según nuestra medida?

¿Cómo descubrir la novedad fascinante que se encuentra más allá de nuestras pequeñas cosas?

¿Cómo confiar en el proceso del caminar junto a Jesús?


¿Cómo aprender de Jesús?

¿Cómo comprender lo de Dios con Jesús?

¿Cómo convertirnos de verdad en cristianos?



Señor, ¿cómo fluir serenamente por la vida contigo?

Señor, ¿cómo crecer en santidad contigo?

Señor, ¿cómo ir al fondo contigo?


Señor, Tú nos lo dices claramente…


¡Entrégate!

¡Ríndete!

¡Confía!


¡Cree!

¡Espera!

¡Déjalo en las manos del Padre!


¡Sólo pasando por el fracaso mundano se viven las bienaventuranzas!


carmeloampelio@gmail.com 


miércoles, 23 de agosto de 2023

21.- 27.08.2023. TIEMPO ORDINARIO 21. Ciclo A

 Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? 


El abierto a la vida.

El buscado.

El centrado en la fuente.


El creativo.

El de los caminos de santidad.

El de los mil caminos para evocar lo sagrado que hay en cada uno de los seres humanos.


El de los silencios llenos de santidad.

El exigente lleno de misericordia.

El fascinante.


El focalizado en el cuidado de la vida.

El gratuito.

El increado que se encuentra con nosotros.


El lleno de conmiseración

El misterioso crisol de lo mejor de la humanidad.

El que abre corazones.


El que ayuda a someter el ego a la santa esencia de la vida.

El que busca amar y ser amado.

El que con nosotros arrostra nuestros miedos.


El que conecta con nuestras creatividades.

El que cuida la vida. 

El que cumple su palabra.


El que entra en resonancia con lo mejor del ser humano.

El que es constante referencia en nuestro deambular por la vida.

El que es más fuerte que cualquier negatividad de cualquier nivel de la realidad humana.


El que es permanente posibilidad de iluminación.

El que es uno con el momento que vivimos.

El que facilita entender lo que de verdad amamos.


El que genera comunión con todo su ser.

El que habita la energía de la realidad.

El que hace de lo sombrío camino del encuentro con Dios.


El que ilumina las sombras.

El que irradia santidad y justicia.

El que libera de represiones.


El que llena los silenciamientos.

El que mejora lo que mira.

El que no falla.


El que no tiene estrategia.

El que nos alza de nuestras circunstancias, sean las que sean.

El que nos convoca al vaciamiento para el necesario nuevo nacimiento.


El que nos dice que no tengamos miedo.

El que nos espera más allá de cualquier crisis.

El que nos facilita de verdad la vida.


El que nos felicita definitivamente la vida.

El que nos impulsa a la fraternidad universal.

El que nos lanza a cuidar toda vida.


El que nos llena de confianza.

El que nos mejora.

El que nos ofrece fraternidad universal.


El que nos ofrece mirarle a él nos pase lo que nos pase.

El que nos pone en crisis sin juzgarnos.

El que nos seduce para la comunión.


El que nos vertebra constantemente.

El que nunca ceja de esperarnos.

El que ofrece autenticidad.


El que orienta los corazones perdidos.

El que purifica las sombras.

El que quiere nuevos locos en este mundo.


El que quita escombros de las biografías.

El que regala esperanza.

El que respira con nuestros deseos más esenciales.


El que rompe nuestras contradicciones tan demasiado humanas.

El que santifica lo que toca.

El que se desprende infinitamente.


El que se entrega sin amargura.

El que siempre nos asegura que lo mejor está por venir.

El que supera a los ingratos.


El que transforma al amado.

El que une corazones.

El que va más allá de buena conciencia religiosa.


El secreto de la humanidad plena.


La densidad inaudita de la santidad en la historia de los hombres.


La luz que nos dice que lo terrible no tiene la última palabra.


Lo totalmente otro, precisamente aquí con nosotros.


El misterio del santo amor.


 carmeloampelio@gmail.com 

miércoles, 16 de agosto de 2023

20.- 20.08.2023. TIEMPO ORDINARIO 20. Ciclo A

 ¡Qué grande es tu fe!


Señor Jesús, no sé cómo es mi fe.


No quiero autoengañarme:

muchas veces siento que es

como un arbusto en medio de un secarral kilométrico.

Deambulo, a través de los años,

buscándome la vida como puedo.

Como tantos y tantos

en esta sociedad y en esta cultura

en crisis sistémica.


¿Cómo saber cómo es de verdad mi fe?


Sobrevivo en ciudades hostiles.

Llenas de ruidos y desamparos.

Llenas de tantas clases de miseria.

¿Cómo saber de verdad la textura de mi fe?

Camino entre palabras descorazonadoras,

irritantes,

resentidas.


¿Cómo saber la consistencia de mi fe?


Voy errante entre soledades,

escombros de esperanzas

y una tristeza basal

que rezuma en rostros,

cuerpos,

miradas.

¿Cómo saber lo que me aporta la fe?

Respiro entre fracasos,

desolaciones,

desarraigos

entre tantas y tantas quimeras

de plástico,

propaganda

y falsedades.


¿Cómo saber la calidad de mi fe?


¿Dónde gentes con voluntad de verdad?

¿Dónde gentes con voluntad de bien?

¿Dónde gentes con voluntad de fraternidad?


Señor Jesús, no sé cómo es mi fe.


Las preguntas me acosan.

La sed de autenticidad de quita la paz.

El deseo de sentido no me deja dormir.


Señor Jesús, no sé cómo es mi fe.


Deambulo entre discursos de odio…

impunes,

tóxicos,

inhumanos…

discursos de odio emitidos

incluso por quien se dice creyente,

incluso por clérigos renombrados,

incluso revestidos predicando en una iglesia.

¿Dónde su voluntad de santidad?

¿Dónde su voluntad de justicia?

¿Dónde su voluntad de comunión?


Señor Jesús, no sé cómo es mi fe.


Intento bajar hasta lo más profundo de mi…

y reconocerme allí

ante ti.

Paso días en retiro.

Paso días de desierto.

Paso días en recogimiento.


Y hoy solamente puedo decirte,

Señor Jesús,

que no sé cómo es mi fe.

carmeloampelio@gmail.com


miércoles, 9 de agosto de 2023

19.- 13.08.2023. TIEMPO ORDINARIO 19. Ciclo A

 

Señor Jesús, nos preguntas que por qué dudamos.


Señor Jesús, nos preguntas que por qué dudamos.

 

Somos demasiado humanos… nuestros miedos, tan hondos, nos pesan día a día.

¿Quién nos enseña a confiar en nosotros y en la realidad?

¿Cuándo tendremos paz y serenidad que duren y nos sosieguen?

 

Señor, arráiganos en la fe, arráiganos en ti, Hijo de Dios.

 

Señor Jesús, nos preguntas que por qué dudamos.

 

Nuestros cuerpos envejecen inexorablemente… nos que da poco para el examen final pero no sabemos la fecha … y nos asusta el contenido.

¿Quién nos enseña a confiar en la sabiduría que habita en la entraña de la vida?

¿Cuándo tendremos la certeza de que hemos entrado en el camino de la vida nueva y vida en abundancia?

 

Señor, arráiganos en el confianza, arráiganos en ti, Hijo de Dios.

 

Señor Jesús, nos preguntas que por qué dudamos.

 

Nuestros instintos siguen siendo lo que son, fuentes de energías que parecieran ir por libre, desasosegando nuestro cotidiano convivir.

¿Quién nos enseña a reconocer la bondad de todo lo que existe?

¿Cuándo tendremos una mirada contemplativa sobre las energías que nos impelen?

 

Señor, arráiganos en la paz, arráiganos en ti, Hijo de Dios.

 

Nuestras emociones nos dominan mucho más de lo que quisiéramos… nos sentimos como corchos en medio de un puerto caótico.

¿Quién nos enseña a nombrar las inmensas posibilidades que emergen de nuestro interior?

¿Cuándo tendremos una mirada compasiva sobre nuestros impulsos internos?

 

Señor, arráiganos en la calma, arráiganos en ti, Hijo de Dios.

 

Señor Jesús, nos preguntas que por qué dudamos.

 

Nuestras dispersiones siguen fragmentándonos… más y más, día a día… propaganda, pantallas, parloteos banales, cotilleos zafios…

¿Quién nos enseña a saber disfrutar del silencio exterior e interior?

¿Cuándo tendremos unificación de vida en medio del normal caos cotidiano que vivimos?

 

Señor, arráiganos en la comunión, en la unidad, en lo esencial… arráiganos en ti, Hijo de Dios.

 

Señor Jesús, nos preguntas que por qué dudamos.

 

Nuestra avidez nos devora, nos domina, nos esclaviza.

¿Quién nos enseña a vivir con austeridad y templanza?

¿Cuándo tendremos un corazón pobre en un estilo de vida sencillo?

 

Señor, arráiganos en la mansedumbre,

en la ecuanimidad,

en la armonía…

arráiganos en ti,

Hijo de Dios.

 

¡Señor Jesús, que nuestro corazón se recoja en el tuyo!

 

¡Señor Jesús, que nuestro corazón se autentifique en el tuyo!

 

¡Señor Jesús, que nuestro corazón sane en el tuyo!


carmeloampelio@gmail.com

jueves, 3 de agosto de 2023

18.- 06.08.2023. TRANFIGURACIÓN. Ciclo A

Señor Jesús, nos dices que no temamos.

 

Pero somos demasiado humanos…

 

Nos dan miedo tantas realidades tan necesarias, tan urgentes, tan imprescindibles…

 

Nos da miedo la fraternidad real dentro y fuera de la Iglesia.

Nos da miedo la igualdad real dentro y fuera de la Iglesia.

Nos da miedo la libertad dentro y fuera de la Iglesia.

Nos da miedo la horizontalidad de las relaciones y de los procesos.

 

Nos da miedo salir de dónde estamos camino de lo mejor que está por llegar.

Nos da miedo salir hacia nuevas posibilidades de existencia humana tan imperiosas y necesarias.

Nos da miedo salir hacia nuevas e inéditas experiencias de vida humana tan necesarias en ente mundo sediento de sentido y de humanidad.

 

Nos da miedo comprometernos en la gestación de otras familias, otros grupos humanos, otras políticas, otras sociedades y otras culturas tan necesarias y urgentes.

Nos da miedo involucrarnos en las exploraciones para otra Iglesia, otras estructuras eclesiales y otras parroquias

Nos da miedo perder referencias muy claras y muy sistematizadas.

 

Nos da miedo expandir nuestras capacidades humanas y espirituales.

Nos da miedo reconocernos seres de pensamientos, palabras u obras repetitivos, manidos… baldíos.

¡Nos da miedo crecer como seres humanos, como seres humanos espirituales, como seres humanos enamorados de Ti!

 

Señor Jesús, nos dices que no temamos.

 

Pero nos da miedo el dolor de la conversión porque sabemos que nos relacionamos contigo del mismo modo que nos relacionamos con las personas que la vida nos pone por delante…¡Que Tú nos pones por delante!

 

Señor Jesús, nos dices que no temamos.

 

Pero somos demasiado cómodos…

Nos da miedo mostrar lo que queremos ser, testigos de la alegría del Reino.

Nos da miedo irradiar la auténtica fecundidad humana del Evangelio.

Nos da miedo afrontar tantos y tantos desafíos en este mundo roto…

que imposibilita la fraternidad con la idolatría del individualismo,

que asola la casa común con la idolatría de lucro a toda costa,

que hace de los seres humanos meros consumidores de tanta y tanta toxicidad.

 

Señor Jesús, nos dices que no temamos.

 

Pero nos da miedo contemplar en serio la realidad como Tú lo hiciste…

Nos da miedo conmovernos como Tú te conmoviste…

Nos da miedo acercarnos con manos compasivas como tú te acercaste a la humanidad doliente.

 

Señor Jesús, nos dices que no temamos.

 

¡Transfigúranos:

vertébranos,

empodéranos…

que no nos dé miedo que de verdad de las verdades

seas nuestros Señor y Salvador!

 

Señor Jesús, nos dices que no temamos.

 

¡Transfigúranos:

aliéntanos,

acompáñanos

con tu presencia en nuestros corazones,

en nuestras miradas,

en nuestras palabras!

 

Señor Jesús, nos dices que no temamos.

¡Transfigúranos

para que nos acerquemos

al sueño que tienes para cada uno de nosotros!

 

carmeloampelio@gmail.com