jueves, 30 de noviembre de 2023

35.- CICLO B. ADVIENTO.1. 03.12.2023

DESPIERTA

 

Cuando te cueste cuidar lo que crees

que no merece la pena,

despierta:

Viene el amor sobre todo amor,

el amor que sustenta lo frágil

de la humanidad.

Viene por amor,

Viene por amar.

 

Cuando olvides la raíz de tu esfuerzo,

despierta:

Viene la raíz de toda raíz,

la raíz que ancla en las tormentas

más inhóspitas de la humanidad.

Viene por amor.

Viene por amar.

 

Cuando te emborraches del ruido de tu ego,

despierta:

Viene la humildad de las humildades

donde menos te lo esperas,

en lo más discreto de la humanidad.

Viene por amor.

Viene por amar.

 

Cuando te agotes y veas como salida el abandono,

despierta:

Viene el que tiene la última palabra de esperanza

en los desalientos más amargos.

Viene por amor.

Viene por amar.

 

Cuando te aturda la ambigüedad del camino,

despierta:

Viene el que da sentido a cualquier niebla en tu biografía,

aunque sea de noche,

aunque sea de noche opaca,

aunque sea de noche absurda y dura…

Sí, viene por amar.

Sí, viene por amar.

 

Cuando te de miedo el abismo de la soledad,

despierta:

Viene el que nunca nos ha dejado solos

el que habita en tu corazón

de niño herido,

de niño perdido,

de niño que busca amar y ser amado…

Sí, viene por amor.

Sí viene por amar.

 

Cuando no tengas el valor de abrirte de corazón

a la santidad de la presencia de los demás en tu vida:

despierta:

Viene el que confirma

que lo humano es el camino de lo divino,

el que confirma

que nada humano le es ajeno,

el que confirma que nada humano

es insignificante

para su presencia amorosa.

Sí, viene el que siempre ama.

Sí, viene el que siempre salva.

 

Cuando te amargue la vida esta tristeza animal,

allá en tu fondo más hondo,

despierta:

viene la salvación

que supera cualquier gris humano demasiado humano,

que supera cualquier maldad humana demasiado humana

que supera cualquier fracaso humano demasiado humano.

Sí, viene el que siempre ama.

Sí, viene el que siempre salva.

 

Cuando el desaliento

ante tanta maldad,

ante tanta sandez,

ante tanto cinismo

te impida respirar con serenidad:

despierta:

viene el apacible de los apacibles,

viene el sosiego de los sosegados,

viene la confianza de los confiados.

Sí, viene el que siempre ama.

Sí, viene el que siempre salva.

 

Cuando sientas que lo absurdo

de tanto egoísmo,

de tanto clericalismo,

de tanto cinismo

arañe tu mejor sensibilidad,

despierta:

viene el que da luz,

viene el que da sensatez,

viene el que da inteligencia

para vivir la libertad de los hijos de Dios.

 

Cuando tu fe sea como

una ruina irrecuperable,

una ruina gélida,

una ruina amorfa…

despierta:

Viene el que, asombrosamente, todo lo hace nuevo.

Viene el que mira con misericordia lo mejor del corazón humano.

Viene el que rescata asombrosamente lo que parece que no vale nada.

 

Despierta, sí.

Despierta.

 

Viene el esperado de los esperados.

Viene el más humano de lo humanos.

Viene el santo de los santos de Dios

para que los hombres seamos

lo mejor que podemos ser:

verdaderos hijos de Dios…

 

Sí, viene Dios y se encarna en un rostro humano

para que los humanos alcancemos,

con rostro divino…

el inimaginable rostro materno de Dios.

 

carmeloampelio@gmail.com