miércoles, 4 de septiembre de 2024

75.- CICLO B. DOMINGO 23 DEL TIEMPO ORDINARIO. 08.09.2024

 ÁBRENOS

 

Ábrenos, Señor al crecimiento personal y espiritual:

que no tengamos miedo a los desafíos

que el cuidado de la vida nos pone delante

en estos extraños tiempos que nos tocan vivir.

Ábrenos la mente y el corazón

Ábrenos los horizontes y nuestra capacidad de empatía.

Ábrenos… porque estamos enraizados en ti.

 

Ábrenos, Señor, al camino del Reino y a la mejora constante:

que descubramos día a día,

momento a momento,

lo que de verdad nos importa:

tu presencia, tu compañía, tu salvación…

Tu vida. Tu reino de vida.

Ábrenos el entendimiento y la sensibilidad.

Ábrenos a la novedad y a la compasión con las personas que nos encontramos en la vida.

Ábrenos… porque estamos implantados en ti.

 

Ábrenos, Señor, a la novedad constante

que tu espíritu infunde

en las entrañas de los mejores seres humanos

de la humanidad con la que compartimos historia, dolores y alegría.

Ábrenos constantemente a la voluntad de verdad y al cultivo del bien.

Ábrenos a la receptividad y al deseo sincero de comunión.

Ábrenos… porque estamos enraizados en ti.

 

Ábrenos, Señor, a la exploración y al cultivo

de los nuevos caminos y métodos

que los mejores de la humanidad desarrollan

en su peregrinar como humanos

buscando desplegar los mejores dones que tienen.

Ábrenos a las nuevas navegaciones

que intuimos ya presentes

en tantos y tantos seres humanos

que caminan a nuestro lado.

Ábrenos a la confianza en las energías

de los dinamismos de la humanidad

que cuidan, que construyen, que crean belleza.

Ábrenos… porque estamos implantados en ti.

 

Ábrenos, Señor, a la diversidad, a la inclusión, a la acogida.

Ábrenos a la diversidad que nos enriquece.

Ábrenos a la inclusión que nos hace crecer.

Ábrenos a la acogida en la mesa del Reino.

 

Ábrenos, Señor a tu santidad.

Ábrenos, Señor a tu justicia.

 

Ábrenos, Señor: que seamos aprendices constantes de tu Reino.

Ábrenos, Señor, que seamos audaces sembradores de semillas de tu reino.

 

¡Que se cumpla en nosotros tu voluntad!

 

Amén. Aleluya.