miércoles, 2 de abril de 2025

105.- 06.04.2025.CUARESMA 5.CICLO C

 

CRISTO AMNISTÍA


En mi soledad, tu presencia.

En mi pobreza, tu palabra.

En mi polvo, tu liberación.


En mi miedo, tu mirada.

En mi congoja, tu paz.

En mi absurdo, tu verdad


En mi contradicción, tu luz.

En mi desconcierto, tu serenidad.

En mi imposible, tu esperanza.


En mi desesperanza, tu espíritu.

En mi caída, tu amor sobre todo amor.

En mi debilidad, tu altura de miras.


En mi angustia, tu sensibilidad.

En mi rotura, tu fortaleza

En mi sed, tu compañía.


En mi desvalimiento, tu energía.

En mi tragedia, tu sonrisa.

En mi desconcierto, tu unificación.


En mi disfraz, tu veracidad.

En mi mentira, tu paciencia.

En mi hipocresía, tu misericordia.


En mi desdicha, tu amnistía.

En mi pesadilla, tu serenidad.

En mi cagajón, tu vida nueva.


Cristo, corazón de infinita humanidad.

Cristo, corazón de infinita vivificación

Cristo, corazón humano más allá de cualquier límite


Cristo, Tú, el viviente.

Cristo, Tú, el de corazón palpitante

Cristo, Tú, el sí a la vida sin límites.


Cristo, comunión.

Cristo, amnistía.

Cristo, alimento de vida eterna.



carmeloampelio@gmail.com

martes, 1 de abril de 2025

104.- 30.03.2025.CUARESMA 4.CICLO C

LAS ALGARROBAS DE LA VIDA


Dios Padre/Madre…

Nos alejamos de ti, 

pero no dejamos de anhelarte.

Nos alejamos de nuestras raíces, 

pero sabemos, en el fondo de nosotros, quiénes somos

y que podemos volver a lo mejor de nosotros. 

Nos aturdimos con diversiones,

aunque sabemos que la verdad de la vida 

está en la comunión de amor contigo. 

Nos desperdiciamos estúpidamente, 

pero sabemos, en lo más auténtico de nosotros, 

que no está todo perdido.


Dios Padre/Madre…

Eres santo y ofreces santidad.

Eres justo y ofreces justicia.

Pero sobre todo eres amor sobre todo amor,

abrazo sobre todo abrazo,

encuentro sobre todo encuentro.

Vida dando vida 

y esperando para la vida sobre toda vida.


Dios Padre/Madre…

sin sombra de rencor,

sin sombra de venganza,

sin sombra de desconfianza…

asombro de un infinito amor

que fundamenta,

posibilita,

impele,

misteriosamente,

constantemente,

sutilmente

toda la realidad

y especialmente el corazón

de todos y cada uno de los seres humanos. 


Dios Padre/Madre…

ante ti, ante los demás

que seamos 

perdón,

acogida,

paz…

porque muchas veces hacemos el tonto por la vida

y encima nos creemos mejores que los demás,

nos creemos más listos que los demás,

más cristianos que los demás. 


Dios Padre/Madre…

perdónanos.

No sólo somos pecadores…

somos inconscientes…

somos estúpidos

al desperdiciar los dones,

las maravillosas capacidades

de la inteligencia,

de la libertad

y del amor que tenemos.


Dios Padre/Madre…

Paciencia sobre toda paciencia meramente humana.

Sabiduría sobre toda sabiduría simplemente humana.

Esperanza contra toda esperanza.

Danos lucidez,

valentía

y fe

para recapacitar

y entregarnos a tu corazón.


Dios Padre/Madre…

que no le tengamos miedo a las algarrobas

de la vida…

ganadas a pulso,

esperpénticamente, 

con nuestras tonterías… 

algarrobas que son preámbulo de la fiesta sin fin,

algarrobas que son el detonante de la alegría de la salvación,

algarrobas que son el inicio del fin de nuestra huida de nosotros mismos 

y el inicio de peregrinar hacia el abrazo infinitamente humano,

un abrazo sin condiciones,

sin letra pequeña,

sin cláusula de rescisión…


Dios Padre/Madre…

… fiesta sobre toda fiesta…

¿Cómo agradecerte

lo que has hecho, 

lo que haces 

y que harás por nosotros?


Ahora,

hoy,

sólo podemos llorar

de alegría…


carmeloampelio@gmail.com


viernes, 21 de marzo de 2025

103.- 23.03.2025.CUARESMA 3.CICLO C

TÚ, EN EL SILENCIO HABITADO

 Señor Jesús,

Tú, en el silencio habitado entre tanto ruido y tanto miedo.
Señor Jesús, nuestra paz amorosa.
Tú, misterio de Vida.
 
Señor Jesús,
Tú, en la raíz de nuestro peregrinar, entre tanto sobresalto y desconcierto.
Señor Jesús, nuestra paz cierta.
Tú, misterio de esperanza.
 
Señor Jesús,
Tú, energía de nuestras energías entre tanto cansancio y hastío.
Señor Jesús, nuestra luz inagotable.
Tú, misterio de los dinamismos de la realidad.
 
Señor Jesús,
Tú, respuesta a nuestras preguntas esenciales entre tanta mentira y tanta falsedad.
Señor Jesús, nuestra confianza.
Tú, misterio de permanente lealtad.
 
Señor Jesús,
Tú, mirada amorosa
sobre todo lo que nos pasa,
sobre todo lo que nos duele,
sobre todas nuestras mezquindades
personales y colectivas.
Señor Jesús, alimento constante
para nuestra desgastada espiritualidad,
para nuestra desgastada comunidad,
para nuestra desgastada Iglesia.
Tú, siempre sorprendente estímulo
del sí a la vida
del sí al cuidado de la vida,
del sí a estar al lado
de los tirados en las cunetas de la historia.
 
Señor Jesús,
estímulo,
impulso,
fuerza…
 
¿Cómo responder,
en estos convulsos tiempos
a tu llamada
a anunciar tu sí definitivo a la vida
a la humanidad
que anhela paz,
que desea fraternidad,
que busca justicia?
 
Señor Jesús,
viviente eminente entre los vivientes,
santo supremo entre los santos,
justo que justifica a todos los que abren su corazón
a tu ilimitado amor,
mejora nuestra fe,
incrementa nuestra esperanza,
danos audacia
para proclamar lo esencial:
la santidad a la que estamos llamados,
santidad que ya ha empezado,
santidad que irradia justicia
de pensamiento,
de palabra
y de obra.
 
Señor Jesús,
arraigados en Ti,
audaces contigo,
sabemos nuestro lugar en el mundo:
ser peregrinos
llenos de sentido,
llenos de significado,
llenos de sensibilidad
para el Reino,
tu Reino,
el Reino
que tiene destellos de presencia
en todos los que cuidan
la vida,
la fraternidad


miércoles, 12 de marzo de 2025

102.- 16.03.2025.CUARESMA 2.CICLO C

 ASOMBRO ANTE TI


Señor Jesús, 
misterio de Dios entre nosotros. 
Asombro ante ti,
misterio de vida. 


Señor Jesús,
misterio de los hombres ante Dios.
Asombro ante ti,
misterio de la vida de los hombres. 


Señor Jesús,
misterio de nuestro existir como seres humanos. 
Asombro ante ti,
misterio de las raíces de nuestro ser. 


Señor Jesús,
misterio del camino de los hombres hacia Dios.
Asombro ante ti,
misterio de nuestro anhelo más profundo de santidad. 


Señor Jesús,
misterio de la fuerza de Dios. 
Asombro ante ti, 
misterio de que nos llama a la plenitud. 


Señor Jesús, 
misterio del Dios de todas las energías. 
Asombro ante ti, 
misterio de los siempre fascinantes dinamismos de la realidad.


Señor Jesús,
Palabra de la Palabra de Dios. 
Asombro ante ti,
misterio de la verdad a la que todos podemos acceder. 


Señor Jesús, 
misterio de la mirada amorosa,
misterio de la presencia constante,
misterio de los estímulos que nos alimentan. 
Asombro ante ti,
el Sí del Sí a la vida,
el Sí del Sí a la esperanza,
el Sí del Sí al corazón del hombre. 


Señor Jesús, 
el Viviente de los vivientes,
el Santo de los santos,
el Justo de los justos.


Señor Jesús,
arraigados en Ti,
audaces contigo,
sabemos nuestro lugar en el mundo,
sabemos la tarea que nos toca hacer,
sabemos los compañeros de camino:
los que cuidan la santidad,
los que cuidan la justicia,
los que cuidan la vida,
cualquier vida,
en cualquier sitio. 


domingo, 9 de marzo de 2025

101.- 09.03.2025.CUARESMA 1.CICLO C

 ESPERANDO TU MIRADA

Señor Jesús, maestro de humanidad,

maestro de santidad,
maestro de crecimiento humano y crecimiento espiritual.

Me siento desbordado por mis limitaciones,
me siento triste por mis errores,
me siento incapaz de llamarme pecador. 

Me cuesta escuchar de verdad,
me cuesta acoger y dejar espacio a la persona concreta que tengo delante,
me cuesta desprenderme de mis prejuicios, tan irreales como injustos,
me cuesta abrirme de verdad a la presencia de la santidad en mí y en los demás.

Me siento ajeno a tanto y tanto sufrimiento que hay en el mundo y cerca de mí
No soy capaz de bendecir por tanto y tanto bueno que hay a mi alrededor.
Me da mucho miedo hablar del evangelio de un modo profético a los que hablan conmigo.
No me veo capaz de mejorar ni en conductas ni en obras.

Me cuesta reconocer a los maestros de humanidad y de santidad,
me cuesta la humildad de la obediencia a lo que debo lealtad y fidelidad,
me cuesta mirar al fondo más auténtico de lo humano de los mejores con los que me cruzo en la vida,
me cuesta reconocer que puedo ser un Cristo para los seres humanos que me tienen cerca. 

No te busco en el silencio de mi interior ni en lo que ocurre en mi transcurrir diario.
Vivo momentos de frustración cercana a la ira cuando no me salgo con la mía de inmediato.
Tengo momentos de soberbia cuando parece que alguien se pone en mi camino, estorbándome.
Hay veces que la envidia me corroe, amarilleándome la mirada y el ánimo.

Me cuesta abrirme a nuevas perspectivas,
me cuesta prestar atención al milagro del Espíritu en la vida cotidiana,
me cuesta reconocer que los obstáculos son la mejor ocasión de aprendizaje,
me cuesta aceptar que el crecimiento es soltar y soltar y soltar las cabezonerías del ego. 

Muchas veces me indigno por caprichos, por banalidades, por mezquindades que siembro y siembro.
Hay días que la amargura es mi compañera de respiración, de resuello, de aspereza.
Tantas y tantas veces juzgo con resentimiento al que es, simplemente, de un vivir diferente al mío.
No profundizo en mis pensamientos y me dejo llevar por la falsa seguridad de quien se cree más listo que la vida.

Me cuesta aceptar que nacemos para amar y servir,
me cuesta entregarme al amor que nos sana,
me cuesta la serenidad afianzada en la de verdad, en la fe auténtica, en la fe santa,
me cuesta abrir los ojos y el corazón a la gran verdad de que realmente todo es para bien.

Hay tanto en mí, Señor, del tener, del mandar, del aparentar en todas sus variantes, en tantas ramificaciones, en tantas facetas de las que huyo, encerrándome en mis canijos intereses muy a corto plazo.

Señor Jesús, maestro de humanidad,
maestro de santidad,
maestro de crecimiento humano y crecimiento espiritual:
Escrito esta oración ante Ti, esperando, simplemente tu mirada, como hiciste con la adúltera.

carmeloampelio@gmail.com


jueves, 27 de febrero de 2025

100.- 02.03.2025.TIEMPO ORDINARIO 8.CICLO C

Jesús, maestro de las mejores palabras para la vida de los hombres.

Palabras que nos llegan a lo hondo,

palabras que nos mejoran,

palabras que nos aligeran de las asperezas de la vida.


Jesús, maestro de la verdad del corazón del ser humano.

Ábrenos los oídos de la conciencia,

ábrenos los ojos de la misericordia,

ábrenos los ojos la voluntad de verdad y de bien.


Jesús, maestro de las palabras que crean fraternidad.

Palabras que nos arrastran a dar lo mejor de nosotros a los demás,

palabras que nos alimentan con lo que de verdad importa en la vida,

palabras que nos orientan en estos tiempos convulsos que nos toca vivir.


Jesús, maestro de la comunión.

Impúlsanos a descentrarnos de nuestro ego violento,

impúlsanos a arriesgarnos a la aventura de cuidar la vida en serio,

impúlsanos a ser personas para que la santidad y justicia en este mundo tan maltratado.


Jesús, maestro de las palabras que hacen crecer.

Palabras que nos renuevan una y otra vez a lo largo de nuestras medianas biografías,

palabras que nos hacen tocar la tierra de los hombres con hambre y sed de justicia,

palabras que nos dan el horizonte de plenitud al que aspira todo ser humano. 


Jesús, maestro de la esperanza.

Que miremos como tú mirabas a los seres humanos que nos encontremos en la vida.

Que hablemos del Reino como tú hablabas a los seres humanos maltratados por la vida.

Que actuemos a favor de la vida como tú hacías con los hombres dolientes que te encontrabas por los caminos de tu vida.


Jesús, maestro de las palabras que sanan.

Palabras que inspiran a amar sin medida,

palabras que nos llegan en el momento y la forma adecuadas,

palabras que nos regeneran y nos lanzan mucho más allá de lo que jamás hubiéramos imaginado.


Jesús, maestro del amor.

Un amor sin fronteras de ninguna clase,

un amor sin etiquetas que excluyen,

un amor sobre todo amor imaginable.


Jesús, maestro de las palabra que cuidan a las personas.

Palabras a la medida de las necesidades más reales de cada uno,

palabras oportunas que nos llegan en los momentos que realmente podemos entenderlas,

palabras que nos cambian la vida cuando de verdad estamos preparados para la vida nueva.


Jesús, maestro del cuidado. 

Maestro del respeto que nos reconstituye,

maestro del aprecio que nos alegra definitivamente la vida,

maestro de la delicadeza frente a nuestras heridas tan humanas, tan demasiado humanas. 


Jesús, maestro de las palabras de vida eterna.

Palabras que resuenan maravillosamente en nuestro dolorido interior,

palabras que nos nombran como nadie nunca jamás nos ha nombrado jamás,

palabras que nos llaman por nuestro nombre para peregrinar hacia la vida eterna.


Jesús, maestro de las palabras definitivas que escuchamos en el silencio de la noche.

Jesús, maestro de las palabras definitivas que escuchamos en la intensidad de la devoción.

Jesús, maestro de las palabras definitivas que nos llegan a través de los mejores de tu Iglesia. 


Jesús, maestro de las palabras 

que sacian nuestra sed de humanidad, 

sacian nuestra sed de comunión,

sacian nuestra sed de santidad. 

carmeloampelio@gmail.com




miércoles, 19 de febrero de 2025

99.- 23.02. 2025.TIEMPO ORDINARIO 7.CICLO C

 LUZ DE LUZ


Señor, lo peor de mi me ciega a tu presencia que crea hermandad.
Los malos pensamientos hacia los demás me arañan el rostro y envenenan mis palabras.
Señor Jesús, luz del mundo: disuelve mis sombras.
Hazme luz de tu luz.
 
Señor Jesús, la tentación de imponerme por la fuerza me domina.
Los enemigos interiores transmutan mi corazón en una piedra inerte.
Señor Jesús, luz del mundo: sanea mi corazón dañado.
Hazme luz de tu luz.
 
Señor Jesús, no puedo evitar la aversión hacia los que dañan a los demás sin necesidad.
La cerrazón de mi soberbia seca mi capacidad de misericordia.
Señor Jesús, luz del mundo: ábreme a lo mejor de mí mismo y de los demás.
Hazme luz de tu luz.
 
Señor Jesús, genero demasiadas veces conflictos por la obcecación de mi ego.
Mi avidez de autoafirmarme sea como sea me vence una y otra vez.
Señor Jesús, luz del mundo: transfórmame en un instrumento de tu paz.
Hazme luz de tu luz.
 
Señor Jesús, a veces creo que soy un caso perdido.
Señor Jesús, a veces creo que soy un fraude.
Señor Jesús, a veces creo que soy un fatuo con un disfraz de creyente.
 
Señor Jesús, desde lo más honde mí
sé que me habitas,
sé que me miras con misericordia,
sé que fundamentas misteriosamente la confianza
en que la última y radical esencia de la realidad es el amor.
 
Señor Jesús,
no sé cómo pero intuyo
la alegría que de todo es don,
de que todo es gracia,
de que todo ocurre para acercarme más a ti.
 
Señor Jesús,
que mi vida
sea un sí a la vida,
tu vida…
un sí a la comunión,
tu comunión…
un sí a la tolerancia,
tu tolerancia…
un sí al perdón,
tu perdón…
un sí al cuidado,
tu cuidado…
un sí a la mansedumbre,
la mansedumbre del buen pastor.
 
Amén.
Aleluya.


jueves, 13 de febrero de 2025

98.- 16.02. 2025.TIEMPO ORDINARIO 6.CICLO C

BIENAVENTURADOS  


Bienaventurados los profetas del cuidado de la vida porque se centran en lo esencial.


Bienaventurados los alternativos a la cultura de la muerte porque son un síntoma de esperanza.


Bienaventurados los que superan los apegos tóxicos de la tener y del aparentar porque irradian la vida nueva del evangelio.


Bienaventurados los que sufren por el dolor ajeno evitable porque ellos tienen corazón y manos del Reino.


Bienaventurados los que buscan la santidad en su vida porque testimonian la mejor parte del ser humano.


Bienaventurados los que se asocian para el bien de los más empobrecidos porque Dios los cuenta como de los suyos. 


Bienaventurados los austeros porque su corazón estará abierto al encuentro. 


Bienaventurados los que siembran misericordia día a día en este mundo tan inhóspito porque dan pistas de mejora de la realidad.


Bienaventurados los que se quitan de encima escombros de las ruinas culturales y exploran nuevas constelaciones de sentido porque son luces en la mejora de la cultura.


Bienaventurados los que cuidan la bondad de sus palabras porque ayudan a la convivencia en serenidad y confianza. 


Bienaventurados los que crean puentes de encuentro y plazas de convivencia porque aportan espacios y métodos que nos hacen mucha falta.


Bienaventurados los hospitalarios porque nos señalan que los seres humanos somos de verdad, en el fondo y en la forma, hermanos. 


Bienaventurados los creadores de belleza porque hermosean esta cultura llena de fealdades. 


Bienaventurados los que viven con simplicidad porque nos indican caminos de la nueva humanidad. 


Bienaventurados los que no juzgan porque siembran paz por donde pasan.


Bienaventurados los que miran más a las personas que a su móvil porque crecen en humanidad.


Bienaventurados los que buscan de verdad la verdad porque en su vida encuentran indicios de la presencia de Dios. 


Bienaventurados los inclusivos porque anuncian la gran fraternidad a la que estamos llamados.


Bienaventurados los que son conscientes de sus responsabilidades como ciudadanos honestos y responsables que aportan calidad de vida sus relaciones. 


Bienaventurados los que desean que todos los seres humanos vivan realmente todos los seres humanos porque son la indicación de los modos y de los deseos del Dios del Reino. 


Bienaventurados los que se asocian con los mejores de esta cultura tan llena de paradojas porque nos ayudan a detectar los destellos de lo mejor de lo humano.


Bienaventurados los abiertos de corazón al ecumenismo y al diálogo interreligioso porque están empezando a construir la santidad que alumbra a la humanidad desde los inicios de los tiempos. 


Bienaventurados los que mantienen la serenidad en estos tiempos caóticos porque ayudan a vivir lo mejor de la vida


Bienaventurados los que saben silenciarse en estos tiempos de ruidos envilecidos porque son testigos de que podemos vivir más y mejor como seres humanos. 


Bienaventurados los que logran no juzgar en estos tiempos tan egocéntricos porque profetizan la solución a la sed de comunión que habita en el corazón de todos los seres humanos. 


Bienaventurados los que alcanzan paz en estos tiempos tan ansiosos porque nos ayudan a mantener la esperanza en que no vamos de mal en peor.


Bienaventurados los que generan confianza en estos tiempos de sospecha continua porque nos recuerdan que la vida tiene sentido a pesar de los pesares. 


Bienaventurados los que se enfocan en lo que pueden controlar en estos tiempos caóticos porque dan ejemplo para ser semillas del Reino de la vida.


Bienaventurados los descentrados de sí en estos tiempos narcisistas porque nos indican que somos capaces de estar abiertos realmente a las necesidades de los demás. 


Bienaventurados los que superan creencias poco saludables en estos tiempos de irracionalidad porque nos ayudan a mantenernos en el camino del crecimiento personal. 


carmeloampelio@gmail.com


jueves, 6 de febrero de 2025

97.- 09.02. 2025.TIEMPO ORDINARIO 5.CICLO C

ASOMBRO

 

Señor Jesús:

asombro.

 

Señor Jesús, nos sigues llamando.

Asombro.

 

Señor Jesús, nos sigues fascinando.

Asombro.

 

Somos capaces de escuchar palabras que nos tocan el corazón y se quedan a habitar en él.

Asombro.

 

Podemos encontrar el camino de plenitud que sacia nuestra sed y nuestros afanes.

Asombro.

 

Somos capaces de intuir la verdad de las verdades de nuestra vida en medio de los ruidos y los desconciertos.

Asombro.

 

Podemos ampliar nuestros cegatos límites con la abundancia del amor sobre todo amor.

Asombro.

 

Somos capaces de seguir tu rastro, tu rostro, tu presencia como el perro rastrea, anhelante, a su amo, en cercano y tan distante.

Asombro.

 

Podemos percibir en nuestra respiración, tu aliento que nos regenera, nos sanea, nos alimenta.

Asombro.

 

Somos capaces de captar el flujo de la vida que nos mira con misericordia, nos genera confianza y nos alegra radicalmente en medio de las rozaduras de la vida.

Asombro.

 

Podemos ser muy conscientes de nuestro lugar en el mundo, de nuestros compañeros de viaje, de nuestra tarea esencial como seres humanos.

Asombro.

 

Somos capaces de presentir que tanto amor no puede terminar, que habrá un cielo nuevo, una tierra nueva y unos seres humanos nuevos.

Asombro.

 

Podemos vislumbrar que somos colaboradores en la transformación del mundo hacia la santidad y la justicia que tanta, tanta falta hace.

Asombro.

 

Somos capaces de descubrir que nuestras mejores energías están enrizadas en ese poder de vida que nos ofreces y nos enseñas.

Asombro.

 

Asombro de sentirnos plenamente amados en cada momento.

Asombro de sentirnos plenamente vivos en cada momento.

Asombre de sentirnos cuidados, sanados, auténticos en cada momento.

 

Asombro.

 

Aleluya.

Aleluya.

Aleluya.


carmeloampelio@gmail.com




miércoles, 29 de enero de 2025

96.- 02.02. 2025.PRESENTACIÓN.CICLO C

 LUZ DEL MUNDO


Señor Jesús, que mantengamos la serenidad en estos tiempos caóticos.

Señor Jesús, que nos silenciemos en estos tiempos de ruidos y odios.

Señor Jesús, que no juzguemos en estos tiempos tan egocéntricos.

Señor Jesús, ofrezcamos paz en estos tiempos ansiosos.

Señor Jesús, sepamos perdonar en estos tiempos rencorosos.

Señor Jesús, cuidemos la verdad en estos tiempos mentirosos.

Señor Jesús, que cultivemos la misericordia en estos tiempos de desconfianza.

Señor Jesús, que favorezcamos la belleza en estos tiempos de fealdad.

Señor Jesús, que mantengamos la esperanza en estos tiempos de pesimismo.

Señor Jesús,  colaboremos con los mejores en la construcción de un mundo más humano.

Señor Jesús, seamos austeros en estos tiempos de despilfarro.

Señor Jesús, que lleguemos a la lucidez en estos tiempos difíciles de habitar.

Señor Jesús, que generemos confianza en estos tiempos de sospecha continua.

Señor Jesús, creemos seguridad en las relaciones en estos tiempos inciertos.

Señor Jesús, que practiquemos la gratitud en estos tiempos que nos meten miedo.

Señor Jesús, lleguemos a ser expertos en optimismo realista en estos tiempos apesadumbrados.

Señor Jesús, que toleremos con paciencia el ser incomprendidos en estos tiempos de fanatismos.

Señor Jesús, que superemos las creencias poco saludables en estos tiempos de irracionalidad.

Señor Jesús, que practiquemos la perseverancia al sembrar las semillas de tu reino.

Señor Jesús, que bendigamos la realidad, pase lo que nos pase, en estos tiempos convulsos.

Señor Jesús, que miremos con amor todo lo que la vida nos pone por delante como oportunidad de crecimiento.

Señor Jesús, deseemos el bien a todos los que nos encontramos por la vida.


carmeloampelio@gmail.com

miércoles, 22 de enero de 2025

95.- 26.01. 2025.TIEMPO ORDINARIO 03.CICLO C

 

ALIÉNTANOS

 

Señor Jesús, aliéntanos para hablar bien de ti con nuestras obras y nuestras palabras.

 

Señor Jesús, ilumina nuestra inteligencia para detectar lo mejor para el cuidado de la vida en las experiencias más significativas de nuestro tiempo.

 

Señor Jesús, acompáñanos a la hora de discernir lo más evangelizador en estos extraños tiempos que nos toca vivir.

 

Señor Jesús, danos valentía para renovar todo lo que tengamos que renovar en nuestras vidas, en nuestra Iglesia, en nuestra cultura y sociedad.

 

Señor Jesús, impúlsanos a no quedarnos en nuestras comodidades, en nuestro control de riesgos, en nuestros cumplimientos timoratos.

 

Señor Jesús, quítanos el miedo a nuestra verdad, a tu verdad.

 

Señor Jesús que nos tomemos en serio la fe.

 

Señor Jesús, que nos tomemos en serio la potencia de tu espíritu que atraviesa lo mejor de los seres humanos que cultivan la justicia, la fraternidad y la santidad en tantas y tantas tradiciones religiosas y espirituales.

 

Señor Jesús, ayúdanos a reconocer que el Espíritu ya está en nosotros, que la Palabra de Dios puede y debe leerse para que nos sintamos directamente concernidos en el testimonio de tu reino a todos y cada uno de los seres humanos con los que nos cruzamos en la vida.

 

Señor Jesús, que el sediento, sea cual sea su sed viva con nosotros síntomas de la fuente inagotable que arraiga en ti.

 

Señor Jesús, que el ciego, sea cual sea su ceguera, viva con nosotros síntomas de la luz inagotable que arraiga en ti.

 

Señor Jesús, que el cautivo, sea cual sea su herraje, viva en nosotros síntomas de esa libertad inagotable que arraiga en ti, la libertad luminosa y humanizante de los Hijos de Dios.

 

Señor Jesús, despiértanos.

Señor Jesús, auméntanos la audacia.

Señor Jesús, transfórmanos en personas de Dios para los demás. 

 

Señor Jesús, tenemos una misión y la queremos cumplir.

Es de lo mejor que nos puede pasar.


carmeloampelio@gmail.com


sábado, 18 de enero de 2025

94.- 19.01. 2025.TIEMPO ORDINARIO 02.CICLO C


PARECEMOS PULPOS ESTRESADOS

 

Señor Jesús, estamos a muchas cosas:

parecemos pulpos estresados

en los que la religiosidad

es algo más dentro de sus atareadas vidas.

Vivimos no sólo fragmentados,

sino que muchas veces, despedazados:

cabeza, corazón y manos

tienden a ir a su aire…

sentimos que nos están robando la atención,

la sensibilidad,

lo esencial de seres humanos.

Pero parecería que nos hemos acostumbrado

a que nos pase lo que nos pasa…

Parecería que nos hemos acostumbrado a aceptar

que vivir es estar casi a la carrera todo el día…

pendientes de reclamos externos,

de los partes meteorológicos,

de las pantallas multitareas de nuestros artefactos tecnológicos…

Parecería que nos hemos acostumbrado a que vivir

sea ir tirando,

sea poner parches,

autojustificándonos,

sea aceptando que nuestros supuestos límites

nos definen y nos marcan límites inexpugnables.

 

Señor Jesús, parece que nos hemos acostumbrado

a que la Iglesia es una especie de refugio mágico,

fuera de los dinamismos de la humana humanidad,

donde por, mecanismos nada claros,

hemos tenido la suerte de cobijarnos,

recubiertos de ritos,

de doctrinas,

de lustrosas jerarquías

de lustrosas medallas,

en lustrosas fotos.

 

Señor Jesús, nos hemos acostumbrado a vivir

soportando la realidad,

soportando nuestra realidad

en una especie de zona de zona de inconfort soportable.

 

Señor Jesús: nos falta el vino,

nos falta el Espíritu,

nos faltas Tú,

tu vertebración,

tu cimentación,

tu tronco donde injertarnos…

la savia de tu audacia.

 

Señor Jesús,

a veces tenemos atisbos tuyos

en los destellos de verdad,

de bien,

de belleza,

de justicia que los mejores de la humanidad

siembran, palpitantes,

en su cuidar y fomentar

la humana humanidad sufriente que compartimos…

destellos en la vida de la Iglesia,

destellos en los sacramentos,

destellos en la lectura sosegada de la Palabra.

 

Señor Jesús,

estamos a muchas cosas…

y nos olvidamos de repartir vida,

de repartirnos para que todos tengan vida,

de alimentar y cooperar con todos los hombres y mujeres de buena voluntad

en que todos tengan vida y vida en abundancia.

Nos olvidamos que nuestro camino es un camino de pasión,

de olvido de sí,

de mirada constante de misericordia.

Tantas veces nos sentimos verdaderos maestros en esquivar compromisos…

pero sabemos muy bien

que la ley del amor implica

confiar sin reservas,

ir más allá de los criterios razonables de supervivencia,

confiar en que todo al final,

acabará bien, muy bien, inconmensurablemente bien.

 

Sabemos muy bien que sin riesgo no hay amor,

ni oración,

ni Reino de Dios.

Ni posible fiesta de la vida

sin la audacia

de afrontar nuestra necesaria purificación

de todo lo que no ayuda a centrarnos en lo que realmente importa,

tu presencia,

tu reino,

tu justicia,

tu santidad.

 

Señor Jesús,

estamos aún poco arraigados en ti.

Señor Jesús,

somos aún poco audaces

en ti,

por ti,

para ti.

 

Señor Jesús.

Reconstrúyenos.

Libéranos.

Impúlsanos.

Oriéntanos.

Aliméntanos.

Danos de tu vino.


carmeloampelio@gmail.com


miércoles, 8 de enero de 2025

93.- 12.01. 2025.BAUTISMO DE JESÚS. CICLO C

 INCANSABLEMENTE

(… El Espíritu de Dios bajaba…)

Te damos gracias,
Dios de la vida, del tiempo, de la materia y de la historia,
Dios de los hombres,
Dios de nuestras vidas.
Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu,
brota por doquier la vida.
Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu,
 los seres humanos vivimos
la riqueza de nuestra biografía,
a veces tan humana,
tan demasiado humana…
Incansablemente,
con el aliento de tu Espíritu, 
la humanidad avanza,
misteriosamente,
sin pausa… 
hacia la plenitud.


Te damos gracias, Padre, 
porque tu hijo,
el Amado,
el Predilecto,
el Hijo del Hombre,
se sumergió en aquellos tiempos
en el Jordán
y fue como uno de tantos
y así se solidarizó con toda la humanidad
necesitada de salvación
y compartió 
con aquellas gentes
la esperanza del Reino
y así inició la reconciliación definitiva 
de todos los seres humanos.


Te damos gracias, Padre,
porque en Jesucristo vive
todo deseo auténtico 
de amar y ser amado,
todo anhelo de compartir y repartir
los dones que tenemos
y producimos,
toda la esperanza
que hay en cualquier lucha por la libertad
y la dignidad del ser humano.


Dios Padre, 
sabemos que a lo largo 
de la historia de la humanidad
han aparecido personas
santas,
sabias,
justas
y admirables
que han defendido la justicia
y han mostrado la verdad.
¡Queremos ser
como ellas!


Haz de nosotros,
aún más,
con humildad y con sencillez, 
personas sinceras y entregadas,
personas valientes y humildes,
personas sensibles y santas,
como María.


Que el banquete de amor de tu hijo,
la Eucaristía,
nos fortalezca
en nuestra fe:
¡Sabemos que la muerte
no es soberana!
¡Sabemos que la autenticidad humana
no es una patraña!
¡Sabemos que la palabra justicia
está llena de contenido
y de tarea!


Que el aliento de tu Espíritu
nos enraíce aún más
en la vocación a la que hemos sido llamados,
en la vocación que nos encomiendas,
en la vocación donde desplegamos
nuestra inteligencia y nuestra sensibilidad.


Despeja, Padre,
los miedos,
las rutinas,
las justificaciones
que nos impiden
ver con los ojos de la fe,
oír la voz de tu Hijo,
palpar las heridas de este mundo. 


Padre, envía tu Espíritu sobre nosotros
para que no se diluya
la roca donde se asienta
nuestra identidad
de hijos amados
y servidores tuyos…


Dios Padre,
manda tu luz desde el cielo
a lo cotidiano
de nuestras vidas,
en nuestros trabajos,
en nuestras calles,
en nuestras familias
para cumplir y hacer cumplir
tu voluntad 
de amor y vida 
para todos los seres humanos.


Amén


carmeloampelio@gmail.com


miércoles, 1 de enero de 2025

92.- 06.01. 2025.EPIFANÍA. CICLO C

ASOMBRO

Cristo Jesús, misterio encarnado,

asombro de santidad.
Cristo Jesús, presencia desbordantemente humana,
asombro de humanidad.
Cristo Jesús, a quien amamos,
asombro de comunión.
Cristo Jesús, con quien amamos,
asombro de fraternidad.
Cristo Jesús, en quien amamos,
asombro de nueva humanidad.
Cristo Jesús, sabiduría de Dios para todos los constructores de paz,
asombro de la verdad de Dios.
Cristo Jesús, palabra de Dios que entienden todos los hombres y mujeres de buena voluntad,
asombro de comunicación de Dios.
Cristo Jesús, globalización de Dios,
asombro de inclusión de la inmensa variedad de seres humanos.
Cristo Jesús, desenmascaramiento de ídolos,
asombro de profecía inigualable.
Cristo Jesús, esperanza de los que sufren dolores evitables, fruto de manos demasiado humanas,
asombro de sanación sobre toda sanación.
Cristo Jesús, mansedumbre y poder,
asombro del don de Dios.
Cristo Jesús, ternura y vigor,
asombro de amor de Dios.
Cristo Jesús, fascinación sobre toda fascinación,
asombro de todo asombro.
Cristo Jesús, gracia y verdad,
asombro del impulso de Dios.
Cristo Jesús, aliento y consuelo,
asombro de los modos de actuar de Dios.
Cristo Jesús, lo más humano de la humanidad,
asombro de la verdad del corazón humano.
Cristo Jesús, a quien esperamos y con quien esperamos,
asombro de la esperanza inacabable.
Cristo Jesús, misterio de sabiduría,
asombro de lucidez inigualable.
Cristo Jesús, justicia y paz en vivo y en directo,
asombro de loque de verdad importa.
Cristo Jesús, gloria del hombre por los siglos de los siglos,
asombro de un amor sobre todo amor.
Cristo Jesús, el mejor de los nuestros,
asombro de autenticidad en el corazón de cada ser humano.
Cristo Jesús, a quien rezamos y con quien rezamos,
asombro de santidad innombrable.
Cristo Jesús, descanso y tarea del creyente,
asombro de los dones que se convierten en tareas.
Cristo Jesús, raíces y alas de nuestra sed de vida,
asombro de las mejores posibilidades de la vida.
Cristo Jesús, mensajero y mensaje del amor sobre todo amor,
asombro de la utopía que habita en lo mejor del corazón humano.
Cristo Jesús, que eliges, capacitas, acompañas y plenificas,
asombro de la presencia de Dios
Cristo Jesús, santidad que habitas en nuestras casas,
asombro de paz y bien en la vida cotidiana
Cristo Jesús, a quien creemos,
asombro de certeza de todas las certezas.
Cristo Jesús, con quien creemos,
asombro ante la confianza de la bondad última de la realidad.
Cristo Jesús, mirada de Dios a toda la humanidad,
asombro ante la utopía de las utopías.
Cristo Jesús, eminente fuente de plenitud,
asombro ante lo que mejor nos puede pasar de verdad.
Cristo Jesús, sanación de sanaciones,
asombro ante la libertad de los hijos de Dios.
Cristo Jesús, roca de nuestras biografías,
asombro ante el poder paradójico de Dios.
Cristo Jesús, agua de nuestra sed,
asombro ante la certeza de paz definitiva.
 
Cristo Jesús, revelación de Dios.
Cristo Jesús, sabiduría de Dios.
Cristo Jesús, energía vital de Dios.
 
Cristo Jesús, camino.
Cristo Jesús, certeza.
Cristo Jesús, luz.
 
Cristo Jesús, abre los ojos de nuestro corazón
para que comprendamos la esperanza
a la que nos llamas.
 
Especialmente en este 2025.
En estos tiempos extraños
de desconcierto,
de miedo,
de escalofríos cercanos y lejanos.


jueves, 26 de diciembre de 2024

91.- 29.12.2024. DOMINGO SAGRADA FAMILIA. CICLO C

 

Señor Jesús,
bendice nuestros hogares: 
que sean casa de oración,
de comunión,
de santidad
en estos tiempos de miedos
que nos encogen el ánimo.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos luz y valentía.


Señor Jesús,
cuida nuestras casas:
que vivamos en paz,
en alegría
y en profunda unidad y reconciliación
en estos tiempos tensos
que nos fragmentan y nos separan.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos fuerza y valentía.


Señor Jesús,
hazte presente en cada uno de nosotros:
que seamos apoyo,
compañía,
estímulo
para irradiar la presencia del Reino
en estos tiempos extraños que nos tocan vivir.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos inteligencia y valentía.


Señor Jesús,
te pedimos por todos nuestros parientes:
que crezcamos juntos 
en la fe
la esperanza
y la caridad.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos paciencia y valentía.


Señor Jesús,
te pedimos por todos nuestros amigos:
que irradiemos
lo mejor de nuestros corazones
cada vez que nos encontremos.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos coraje y valentía.


Señor Jesús,
te pedimos por todas las personas
que sienten que la soledad
les abruma día a tras día. 
Haznos instrumentos de la fraternidad
allí donde más falta hace.
Muchas veces no es fácil.
Señor Jesús, danos libertad y valentía.


Señor Jesús,
bendice a todas las familias del mundo,
en todas sus variedades,
en todas sus circunstancias,
en todos sus procesos,
en todos sus anhelos,
en todas sus fragilidades.
Señor Jesús,
bendice a todas las familias del mundo
porque cuando dos seres humanos dicen que se aman,
reflejan el amor sin límites 
que tú, Señor, tienes por toda la humanidad.


Señor Jesús,
míranos,
mira a todos los seres humanos:
nos podemos llamar seres familiares.
Abre nuestras mentes y corazones
para cultivar,
ofrecer
y compartir lo mejor de nosotros,
lo mejor de Ti en nosotros,
lo mejor de la humanidad
gracias a Ti,
en Ti,
por Ti
amor sobre todo amor,
vínculo de los vínculos,
entrega de las entregas.

Amén. 

jueves, 19 de diciembre de 2024

90.- 22.12.2024. DOMINGO 4. ADVIENTO. CICLO C

Creadores de cultura nueva,
no os canséis: 
inventad,
alumbrad,
orientad.

Exploradores de los misterios humanos,
no os canséis: 
nombrad, 
intuid, 
asombraos aún más.

Artistas inspirados,
no os canséis: 
romped fronteras, 
construid constelaciones de símbolos,
deslumbradnos.

Peregrinos sedientos,
no os canséis:
seguid casi a ciegas,
seguid acaso sin fuerzas,
seguid hasta lo hondo intenso
del corazón humano. 

Navegantes camino de los tiempos nuevos,
no os canséis:
aunque lo pésimo nos arañe,
aunque lo abisal nos amenace,
aunque lo monstruoso casi nos paralice.

Místicos incandescentes,
no os canséis:
seguid callados,
seguid ardientes,
seguid irradiando
sentido, significado y sensibilidad. 

Poetas de la intensidad,
no os canséis:
labrad,
tejed,
musicad sílaba a sílaba
lo mejor del ser humano.

Monjes santos,
no os canséis:
perseverad,
cantad,
contemplad
la santidad silenciosa
en el tiempo,
el espacio,
la comunidad
y la conciencia.

Sembradores de justicia,
no os canséis:
gritadnos,
soliviantadnos,
exigidnos
a los que vivimos muy cómodos
compartir de verdad
lo que somos y tenemos.

Aprendices de humanidad,
no os canséis:
estudiad las sabidurías milenarias,
ansiad autenticidad humana,
buscad maestros de calidad.

Sedientos de paz,
no os canséis:
irradiad paz,
inventad concordia,
asumid el riesgo de la incomprensión.

Humildes de corazón,
no os canséis:
sonreíd,
abrazad,
reclamad lo mejor de los corazones.

Cuidadores de fraternidad,
nos canséis:
proponed diálogo,
impulsad los encuentros,
mostrad los puentes.

Fascinados por la belleza,
no os canséis:
pintad las intuiciones,
componed las armonías eternas,
arriesgaos a mostrar lo inefable

Artesanos del bien,
nos canséis:
limad asperezas,
restañad las grietas,
extraed las astillas.

Amantes sin condiciones,
no os canséis:
gozad de los cuerpos,
conspirad desmesuradamente,
descasad uno sobre otro.

Músicos sublimes,
nos canséis:
exprimir los límites de las armonías,
desbordad con ritmos inesperados
sorprendednos con tonalidades embriagadoras.

Sacerdotes de la humanidad,
no os canséis:
vivid auténticamente los rituales,
creeros las palabras santas,
silenciad vuestros egos antes, durante y después
de las acciones sagradas.

Hombres y mujeres de fe balbuciente,
no os canséis:
nombrad valientemente las sombras,
deletread los miedos de vuestro corazón,
sostened la mirada ante el muro,
con fe en atravesar su oscuridad,
su dura oscuridad,
su, acaso, penúltima viscosidad.  

Heridos por la puñetera vida:
no os canséis:
la mala suerte es penúltima palabra,
las traiciones son penúltima palabra,
las mentiras son penúltima palabra.

Pacíficos habitantes de estos extraños tiempos,
no os canséis:
permaneced en serenidad incluso atascados en el caótico tráfico,
permaneced bendiciendo incluso en las cloacas de las mentiras,
permaneced compasivos incluso ante las trampas de los cínicos.

Justos entre las naciones,
no os canséis:
luchad por la vida humana,
arriesgad vuestra reputación por la dignidad humana,
testimoniad con vuestra presencia que otro mundo es posible.

Misericordiosos en las grandes ciudades,
no os canséis:
decid bondades frente a las palabras que odian,
hablad de la comunión las actitudes de desprecian,
preguntad en voz alta cómo vivir a la mejor altura de nuestras posibilidades reales.

Sabios luminosos,
no os canséis:
seguir escribiendo libros que nos alimentan,
seguid enseñando senderos de crecimiento espiritual,
seguid mostrando que lo mejor está por llegar.

Maestros de silencio,
no os canséis:
entre tanto ruido, sonreíd en público,
entre tanta cacofonía, sonreíd con autenticidad,
entre tanta mentira, sonreíd desde el corazón.

Contemplativos,
no os canséis:
enraizaos aún más,
silenciaos aún más,
vivid aún más simplemente.

Los mejores de la humanidad
con lo mejor de la humanidad,
no os canséis:
el Espíritu de Dios
os fundamenta,
os impele…
y nos plenificará a todos…
a todos los que tenemos
el corazón herido,
abierto
pero palpitante,
aún palpitante.


… Es Adviento.
Asombrosamente,
inauditamente,
santamente
se inicia el Reino,
se incoan entusiasmos,
nace Dios.



miércoles, 11 de diciembre de 2024

89.- 15.12.2024. DOMINGO 3. ADVIENTO. CICLO C

Señor, nos aturden tantos ruidos.
Señor, nos asusta tanto desconcierto.
Señor, nos enroscamos en nuestros propios miedos.


Señor, nos faltan palabras que nos alegren la vida de verdad.
Casi no sabemos encontrarlas.
Y nos emborrachamos de paparruchas.
Señor, nos faltan profecías que nos sostengan de verdad.
Casi no sabemos oírlas.
Y nos dejamos seducir por falsos profetas con sus falsas rebajas de la verdad.
Señor, nos faltan santos que nos alumbren de verdad.
Casi no sabemos contemplarlos. 
Y miramos a los papanatas de turnos televisados. 


Señor, no sabemos si caminamos en caminos de santidad.
Llámanos claramente.
Llámanos para crecer en lo mejor de nuestro corazón
Señor, no encontramos el ritmo de nuestro caminar.
Di nuestro nombre claramente.
Di nuestro nombre como solo tú sabes decirlo.
Señor, no sabemos si rezamos de verdad. 
Escúchanos.
Clarifícanos.
Ilumínanos.


Señor, vivimos sedientos, sólo la fe nos alumbra.
La fe en ti, luz de luz.
Señor, vivimos hambrientos, sólo la esperanza nos alumbra.
La esperanza en ti, vida de la vida.
Señor, vivimos cansados, sólo el amor nos alumbra. 
El amor a ti, amor sobre todo amor. 


Señor, tú, fuente de sentido.
Señor, tú, fuente de significado.
Señor, tú, fuente de sensibilidad.


Señor, tú, fuente de santidad.
Señor, tú, fuente de humanidad.
Señor, tú, fuente de paz. 


Señor, tú, evangelio del evangelio
por los siglos de los siglos.