jueves, 31 de octubre de 2024

83.- CICLO B. DOMINGO 31 DEL TIEMPO ORDINARIO. 03.11.2024

 Quisiera estar cerca del Reino

A pesar del cansancio,
respirar lentamente
cuando nos abruman
los escombros de la negatividad.
¡Danos tu paz, Señor!

A pesar de la desesperanza.
de nuestro corazón:
la valentía, la fraternidad, la misericordia.
¡Danos tu reino, Señor!
alimentar lo mejor

A pesar de los golpes de pesimismo,
mirar los destellos
de verdad, de bien, de belleza
que resisten entre las ruinas grises.
¡Danos tu mirada, Señor!


A pesar de tanto ruido,
a pesar de tanta paparrucha,
a pesar de tanta mentira,
silenciarse humildemente
ante la intensidad del misterio
del corazón humano.
¡Danos tu corazón, Señor!


A pesar de tanta superficialidad.
sentir lo hondo de tu presencia
en los momentos de santidad,
en los momentos de justicia,
en los momentos de fraternidad.
¡Ábrenos a tu presencia, Señor!


A pesar de tanta ceguera.
no cejar en abrir los ojos
ante la realidad
porque siempre,
siempre,
siempre
lo mejor está por venir.
¡Danos tu espíritu, Señor!


A pesar de todas las crispaciones,
serenar todo lo posible las palabras,
serenar todo lo posible los gestos,
serenar todo lo posible las miradas.
¡Danos tu fuerza interior , Señor!


A pesar de tanta mala práctica.
cuidar los detalles de humanidad,
cuidar los detalles de empatía,
cuidar los detalles de comunión.
¡Danos tu comunión, Señor!


A pesar de tanta desigualdad,
alimentar la fraternidad,
alimentar la justicia social,
alimentar el respeto a los derechos humanos.
¡Danos tu valentía, Señor!


A pesar la crisis ambiental global,
cuidar la vida,
cuidar toda vida,
cuidar toda vida en todo momento.
¡Danos tu amor a la vida, Señor!


A pesar del consumismo compulsivo,
optar por la sobriedad diaria,
optar por el compartir,
optar por la sencillez y la humildad.
¡Danos tu mansedumbre, Señor!


A pesar de tanto individualismo rampante,
cuidar el bien común,
cuidar toda clase de colaboraciones para el bien,
cuidar la cercanía sincera con los que nos rodean.
¡Danos tu comunión, Señor!


A pesar de la avidez de riqueza,
optar por la sobriedad,
optar por la moderación,
optar por la autenticidad.
¡Danos tu pobreza, Señor!


A pesar de tanto sentimiento confuso,
buscar la lucidez de tu palabra,
buscar las certezas de los impulsos del espíritu,
buscar las verdades más humanas
siendo para los demás,
cuidando a los demás,
amando a los demás.
¡Danos tu reino, Señor!


Amorízanos, Señor.
Amorízanos día a día.
Amorízanos respiración a respiración.
Amorízanos como sólo tú sabes hacerlo.


miércoles, 23 de octubre de 2024

82.- CICLO B. DOMINGO 30 DEL TIEMPO ORDINARIO. 27.10.2024

 ¿QUÉ QUIERES QUE HAGA POR TI?


Señor, líbrame de mis miedos 
acerca del dinero,
acerca de mi carrera profesional,
acerca de la seguridad…
Sé que todo lo que me pase será 
para acercarme más a la plenitud que nos regalas
momento a momento,
respiración a respiración,
latido a latido. 


Señor, libérame de todos mis pensamientos negativos,
de todos mis resentimientos,
de todos mis malos deseos de mal a los demás… 
Líbrame de esas malditas pulsiones que me impiden irradiar paz,
pulsiones que me alejan de vivir en armonía,
pulsiones que me mutilan y deforman 
de tal modo que no siembro ni la vida y ni la alegría que nos regalas. 


Señor, líbrame de todos mis deseos de poder y de control.
Sé que todas mis energías, mis dones, mi vitalidad
están al servicio de toda la vida,
están para cuidar el misterio fascinante de la vida,
están para facilitar que la vida siga su curso 
hacia la definitiva consagración en tu comunión.


Señor, líbrame de todas mis preocupaciones de dar y recibir amor.
Que mi corazón esté abierto
y sea cauce de tu amor…
… que lo mejor de mí sea un cauce
del amor que fluye y fecunda toda la realidad.


Señor, líbrame de toda la negatividad que me encierra en mí mismo.
Que mis palabras aumenten la belleza del mundo.
Que mis sentimientos aumenten la paz del mundo.
Que mis acciones aumenten la armonía del mundo. 
Paz, belleza, armonía que son tu reino, Señor. 


Señor, líbrame de todos los miedos que acumulo 
al mirar al pasado, al presente o al futuro. 
Líbrame de distorsionar la verdad amorosa 
que atraviesa toda la historia y toda biografía. 
La verdad de tu presencia amorosa y cuidadosa. 


Señor, líbrame de mis cegueras 
que me impiden recibir tu sabiduría,
que me impiden crecer en santidad y humanidad,
que me hunden en mi triste pobreza y en mis malignos agujeros vitales. 

Amén. Aleluya.


carmeloampelio@gmail.com  


81.- CICLO B. DOMINGO 29 DEL TIEMPO ORDINARIO. 20.10.2024

VEN Y SÍGUEME

Señor Jesús: seguirte.
Seguirte.
Porque eres el centro de nuestra vida.
Seguirte.
Porque llenas nuestros corazones.
Seguirte.
Porque tienes palabras de vida eterna.

Señor, a esto nos llamas:
a salir de la propia comodidad.
Señor, ser discípulos misioneros
del servicio,
de la misericordia,
de la fraternidad.

Señor, a esto nos llamas:
a compartir una misericordia profunda con los demás.
Señor, ser discípulos misioneros
de la ternura, 
de la cercanía,
de la compasión.

Señor, a esto nos llamas:
a irradiar la alegría profunda que nace del evangelio.
Señor, ser discípulos misioneros
de la esperanza,
de la fraternidad,
de la vida cuidada y respetada.

Señor, a esto nos llamas:
a ser personas cercanas y conectadas
con las personas más pobres.
Señor, ser discípulos misioneros
entre los caídos en las cunetas,
entre los que andan muy perdidos en las ciudades,
entre los que ven vulnerados sus derechos humanos. 

Señor, a esto nos llamas:
a la humildad y a la sencillez.
Señor, ser discípulos misioneros
humildes en lo más auténtico de nuestras vidas,
en lo cotidiano de nuestras palabras y acciones,
en lo que de verdad nos importa en la vida:
la santidad y la justicia del reino. 

Señor, esto nos llamas: 
a ser personas que saben escuchar.
Señor, ser discípulos misioneros
que ponen su atención en las personas,
que se centran en las necesidades del prójimo,
que saben tener paciencia y respeto ante la vida del prójimo. 

Señor, a esto nos llamas:
a la conversión permanente.
Señor, ser discípulos misioneros
que crecen día a día en sobriedad,
en desprendimiento,
en ligereza de equipaje. 

Señor, a esto nos llamas:
al cuidado de la casa común.
Señor, ser discípulos misioneros
custodios de la creación,
cuidadores de la vida,
sembradores de sensibilidad
ante el valor de la vida,
de toda vida.

Señor, a esto nos llamas:
a ser orantes constantemente.
Señor, ser discípulos misioneros
de oración sencilla,
confiada,
perseverante,
contemplativa. 

Señor, a esto nos llamas:
a ser agentes de perdón y de reconciliación.
Señor, ser discípulos misioneros
que sirven con corazón generoso y desinteresado
en este extraño mundo 
que nos toca vivir
marcado por rupturas,
conflictos
y muros 
en las mentes 
y en los corazones.

Señor, a esto nos llamas:
a tener una vida de servicio,
una vida de misericordia,
a tener una vida de humildad,
a tener una vida alegre,
a tener una vida comprometida
ligeros de equipaje,
ligeros de deseos de tener,
ligeros de deseos de mandar,
ligeros de deseos de aparentar.
Amén. Aleluya.
Amén. Aleluya. 


carmeloampelio@gmail.com  


jueves, 10 de octubre de 2024

80.- CICLO B. DOMINGO 28 DEL TIEMPO ORDINARIO. 13.10.2024

 VEN Y SÍGUEME

 

Señor Jesús: seguirte.

Seguirte.

Porque eres el centro de nuestra vida.

Seguirte.

Porque llenas nuestros corazones.

Seguirte.

Porque tienes palabras de vida eterna.

 

Señor, a esto nos llamas:

a salir de la propia comodidad.

Señor, ser discípulos misioneros

del servicio,

de la misericordia,

de la fraternidad.

 

Señor, a esto nos llamas:

a compartir una misericordia profunda con los demás.

Señor, ser discípulos misioneros

de la ternura,

de la cercanía,

de la compasión.

 

Señor, a esto nos llamas:

a irradiar la alegría profunda que nace del evangelio.

Señor, ser discípulos misioneros

de la esperanza,

de la fraternidad,

de la vida cuidada y respetada.

 

Señor, a esto nos llamas:

a ser personas cercanas y conectadas

con las personas más pobres.

Señor, ser discípulos misioneros

entre los caídos en las cunetas,

entre los que andan muy perdidos en las ciudades,

entre los que ven vulnerados sus derechos humanos.

 

Señor, a esto nos llamas:

a la humildad y a la sencillez.

Señor, ser discípulos misioneros

humildes en lo más auténtico de nuestras vidas,

en lo cotidiano de nuestras palabras y acciones,

en lo que de verdad nos importa en la vida:

la santidad y la justicia del reino.

 

Señor, esto nos llamas:

a ser personas que saben escuchar.

Señor, ser discípulos misioneros

que ponen su atención en las personas,

que se centran en las necesidades del prójimo,

que saben tener paciencia y respeto ante la vida del prójimo.

 

Señor, a esto nos llamas:

a la conversión permanente.

Señor, ser discípulos misioneros

que crecen día a día en sobriedad,

en desprendimiento,

en ligereza de equipaje.

 

Señor, a esto nos llamas:

al cuidado de la casa común.

Señor, ser discípulos misioneros

custodios de la creación,

cuidadores de la vida,

sembradores de sensibilidad

ante el valor de la vida,

de toda vida.

 

Señor, a esto nos llamas:

a ser orantes constantemente.

Señor, ser discípulos misioneros

de oración sencilla,

confiada,

perseverante,

contemplativa.

 

Señor, a esto nos llamas:

a ser agentes de perdón y de reconciliación.

Señor, ser discípulos misioneros

que sirven con corazón generoso y desinteresado

en este extraño mundo

que nos toca vivir

marcado por rupturas,

conflictos

y muros

en las mentes

y en los corazones.

 

 

Señor, a esto nos llamas:

a tener una vida de servicio,

una vida de misericordia,

a tener una vida de humildad,

a tener una vida alegre,

a tener una vida comprometida

ligeros de equipaje,

ligeros de deseos de tener,

ligeros de deseos de mandar,

ligeros de deseos de aparentar.

 

Amén. Aleluya.


carmeloampelio@gmail.com


jueves, 3 de octubre de 2024

79.- CICLO B. DOMINGO 27 DEL TIEMPO ORDINARIO. 06.10.2024

COMO NIÑOS

Haznos como niños, Señor
Haznos sinceros, 
que este mundo lleno de artificios
mundo necesita autenticidad.
Haznos vivir sin dobleces,
sin engaños,
sin mentiras intencionadas
por ser más que los demás. 

Haznos como niños, Señor.
Haznos orientados hacia el bien,
que este mundo lleno de trampas
mundo necesita bondad.
Haznos vivir sin mundanidades,
sin vanaglorias
sin fabulaciones egocentradas. 

Haznos como niños, Señor.
Haznos más libres,
más alegres,
más capaces de disfrutar de la vida con poco.
Haznos más sencillos,
que este mundo lleno de brutales mentiras
necesita transparencia
en las relaciones,
en las presencias,
en las intenciones. 

Haznos como niños, Señor.
Haznos confiados en ti,
confiados en tu amor,
confiados en tu poder,
confiados en tu vida. 
Auméntanos la fe,
que el mundo necesita
más confianza en la realidad,
en la bondad de la realidad,
en la bondad de que lo mejor
siempre está por llegar.

Haznos limpios de corazón, Señor.
Haznos capaces de vivir tu presencia fascinante y amorosa.
Haznos mejores seres humanos,
más íntegros,
más unificados,
más obedientes
a tu bondadosa voluntad. 

Haznos puros de intención,
Haznos generosos y desprendidos.
Haznos humildes y transparentes. 
Haznos vivir en la inocencia,
en esa nueva inocencia
de los que caminan en santidad y justicia.
Haz que nos entreguemos sin reservas
a las necesidades reales
de los hombres y mujeres que nos rodean.

Haznos sencillos de corazón
para ser testigos de la alegría de tu presencia,
testigos de la posibilidad real de crecimiento interior,
testigos de que es posible vivir
como hijos e hijas de Dios
y humildes hermanos de todos los seres humanos. 


Amén. Aleluya. 


carmeloampelio@gmail.com